Otra vez la sede newyorkina de la casa de subasta Christie's convocó a una venta "solo en línea"de obras latinoamericanas llamada Latin American Art Online. En esta ocasión se propusieron 82 piezas, 26 de ellas cubanas, provenientes la mayoría de la colección Farber, considerada la más completa de arte contemporáneo cubano y que ya se ha ido dando al mercado en los últimos años.
Leer los resultados de una subasta es siempre un ejercicio incierto. El mercado del arte suele ser volátil y caprichoso. Un autor puede tener todo éxito un día y en la próxima oportunidad, incluso, no vender nada. Sin embargo, siempre se ensaya alguna lógica ante el fenómeno.
La obra Rosas y estrellas, de Raúl Martínez, fue la de mayor éxito en la jornada, con una venta de 60.480 dólares que sobrepasó por mucho el estimado (que era de 15.000 a 20.000 dólares). La explicación quizás no se deba tanto a un boom de este maestro del pop cubano sino a las características y el contenido mismo de la obra, que es emblema de la iconografía de la Revolución en sus primeros años. La pieza reúne las imágenes de los comandantes primeros en torno a Martí, que sostiene un ramo de rosas en el centro. El nuevo dueño podrá exhibirla como trofeo del comunismo tropical que cautivó la imaginación de los 60 y esperar a que su precio aumente, seguramente.
Le siguió la pieza de Carlos Cárdenas, Luchar, Resistir, Vencer, que es de la época donde ya la ilusión revolucionaria ha vencido su ciclo y está en el ocaso de los 80, cuando las viejas consignas se someten a la subversión irónica, como es el caso. Vale preguntarse, sin embargo, si debido a la ambigüedad de la obra, los receptores lejanos no la recibirían como parte también de la memoria comunista, que convendría poseer para el futuro.
Los siguientes resultados remedan más o menos lo que ha venido pasando en subastas anteriores. Por encima del valor estimado se han vendido obras de Flavio Garciandía, Los Carpinteros, Tania Bruguera, Belkis Ayón, Ponjuán y René Francisco, Roberto Fabelo, principalmente. Una pieza de Kcho, que andaba en caída libre en los últimos tiempos, logró esta vez cotizar también por mayor valor (llegó a 5.292 dólares de 3.000 que se calculaba a lo sumo). Solo una obra de este lote de arte cubano no se vendió, lo cual refleja el interés del mercado.