El ministro de Cultura de Cuba, Alpidio Alonso, condenó en Twitter "la agresión física en un sitio público" que vivieron los integrantes de Buena Fe. Este funcionario agredió personalmente en enero de 2021 al periodista de DIARIO DE CUBA Mauricio Mendoza Navarro en La Habana.
"El acoso de los odiadores contrarrevolucionarios a Buena Fe en España sobrepasa todos los límites éticos y legales. Esta vez han recurrido, incluso, a la agresión física en un sitio público, sin el más mínimo pudor. Condeno a los enemigos de la patria y su cultura", dijo Alonso sobre el enfrentamiento ocurrido el miércoles en un restaurante de la cadena Burger King en Barcelona. Allí un grupo de exiliados cubanos increpó a Israel Rojas y Yoel Martínez.
Alonso retuiteó otro mensaje sobre el tema posteado por Enrique Villuendas, un funcionario del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. "Unos gusanos despreciables intentaron agredirlos este miércoles en Barcelona (...) Ellos no se rajan: son martianos, son Cuba. Por eso, con Buena Fe yo", decía el tweet.
El grupo oficialista comentó sobre el suceso que vivieron en su perfil de Facebook: "'No vas a cantar aquí', vociferaba. Como si esta ciudad que lo acoge fuera su propiedad. Como si el odio fuera su sangre. Como si nosotros no fuéramos hijos de Cuba. La música es nuestra pasión y mientras haya quien nos quiera escuchar, ¡ahí estaremos! A nuestra familia: estamos bien".
Encabezados por el activista Sayde Chaling-Chong García, presidente de la Alianza Iberoamericana Europea contra el Comunismo, los cubanos encararon a los músicos y voceros del régimen en el mencionado Burger King. Rojas intentó agredir a Chaling-Chong y ambos fueron separados por varias personas que acompañaban a los cubanos, entre ellos al menos cuatro mujeres españolas.
La respuesta de Alonso ante estos hechos no es casual. Cuando el 27 de enero de 2021 Alonso le diera al menos un manotazo a Navarro Mendoza frente a la sede del Ministerio de Cultura en La Habana, varios compinches suyos, entre ellos Israel Rojas, salieron a defenderlo públicamente. "Lo que pasa es que se dialoga con quien se quiera dialogar. Para que se establezca un diálogo, primeramente tienen que haber condiciones preexistentes, elementales. Se dialoga porque se quiere llegar a algún lugar, se quiere construir algo, se quiere buscar un entendimiento, salir del cero hacia un número positivo", dijo Rojas en la televisión estatal sobre el diálogo con las autoridades que exigían los jóvenes congregados.
Después de que tres conciertos del grupo fueran cancelados en España, los voceros del régimen en la nación europea han organizado presentaciones en locales pequeños, a modo de reivindicación. Según Cuba Información TV, un medio vasco cuya política editorial descansa en difundir la propaganda de La Habana en España, gracias a esas iniciativas Buena Fe haría, además de los conciertos en Mataró y Barcelona, otro en Valencia el 29 de mayo y uno en Madrid, el 1 de junio.
Después del llamado al boicot de los conciertos del grupo en España, varias instituciones oficiales cubanas, organizaciones procastristas en el extranjero, Miguel Díaz-Canel, Lis Cuesta y hasta la División de Tanques de las Fuerzas Armadas salieron en su defensa y lanzaron una campaña en su favor.
La presidenta del Instituto Cubano de la Música (ICM), Indira Fajardo, calificó de "bloqueo cultural" lo ocurrido, que el diario oficial Granma catalogó como "hechos de acoso y amenazas fascistas". La UNEAC acusó a "los elementos anticubanos implicados en los hechos" de seguir "el guion fascista dictado por la secta plattista enquistada en el Sur de la Florida".
Ninguna de esas declaraciones mencionó que los activistas exiliados Lucio Enríquez Nodarse y Emilio Arteaga Pérez fueron golpeados por presuntos funcionarios de la Embajada de La Habana en Madrid, durante la primera presentación en España de la banda, después de que gritaran "¡Patria y vida!" y "¡Libertad para todos los presos políticos!" en pleno concierto.
Se llama homeopatía, curar con la enfermedad. Que disfurten de sus actos de repudio, copia de los hechos por los nazis a los judios y tan popularizados por Fidel durante 64 años contra todo el que le disiente. Hay que hacérselo a cuanto esbirro del gobierno cubano se atreva a defenderlo.