En el panorama audiovisual cubano se han asomado, recientemente, algunas producciones independientes. Tal es el caso de 11: Once, una webserie cubana realizada al margen institucional, disponible en YouTube.
El reto de llevar adelante un proyecto como ese en Cuba ya es meritorio; sin embargo, lo novedoso también está dado en que 11: Once es un producto pinareño, desde sus creadores hasta el lugar donde se desarrolla su trama.
En seis capítulos cuenta las historias de Gema, Rodrigo, Fabián, Elena, Darío y Arlette, protagónicos que nos alejan de la mirada cosmopolita que tienen la inmensa mayoría de las propuestas audiovisuales cubanas.
"La idea era ver una serie fuera de La Habana, fuera de lo que se ve siempre. Muchas personas me han dicho que qué bonito se ve Pinar del Río desde 11:Once", dijo Jonathan Montelongo, uno de sus creadores.
DIARIO DE CUBA conversó con Montelongo, actor, productor y el de la idea original, y con una de sus actrices, Amanda María Sánchez.
"La serie nace dentro de la pandemia. La idea original siempre fue dirigirla a YouTube. No tenemos siquiera la esperanza de que sea transmitida en televisión nacional. Tampoco fue nuestro objetivo", dice Montelongo al referirse al nacimiento de 11:Once.
Para todo el equipo que conformó la propuesta audiovisual era su primera vez. "Algunos habían incursionado en el teatro, pero no en el audiovisual", asegura Sánchez.
Tanto para Montelongo como para Sánchez, el "mayor objetivo fue probar que el arte independiente en Cuba puede dar mucho más. Que no podemos depender de las instituciones porque sabemos las trabas que pueden venir".
¿A qué se debe el nombre?
"11: Once por la hora del amor. Esa hora mística donde ocurren cosas, la hora de las casualidades y hay mucho de eso en la serie, de amor, de casualidades, de los deseos. Sabes que siempre dicen, 'son las 11:11, pide un deseo'. Y creo que los deseos de todos los personajes de la serie están ahí a flor de piel", cuenta Montelongo.
11:Once quedó finalista en el 8vo Festival Web Serie Global 2022. Quizás este logro le ha dado el impulso a sus creadores para aventurarse con una segunda temporada. En la ocasión serán siete capítulos de 40 minutos con "más personajes y más tramas".
"Lo que vio el público de 11:Once de la primera temporada es un tráiler de seis capítulos", considera Montelongo quien además aspira a "tratar que no se quede en Cuba porque las situaciones de 11:Once se pueden encontrar en distintos lugares del mundo".
La segunda temporada de 11:Once es uno de los proyectos que ocupará al joven este año.
A la pregunta de: "¿Qué Cuba quisieras ver en el 2023?" respondió: "Quiero una Cuba un poquito más abierta, una Cuba un poquito más libre de mente. Que dejen de estar viendo fantasmas en todas partes. Una Cuba con más oportunidades. Una Cuba donde los jóvenes puedan crear. Que dejen de ver un enemigo y un fantasma en la juventud cubana que necesita crear, que necesita decir, que necesita ser escuchada".
Adelante y suerte. Entusiasmo y perseverancia.
Pronto recibirán una visita de los aguerridos combatientes de la Seguridad del Estado,pues esto no es resistencia creativa como la que promueve el títere de la " China pamela"...