El Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) en La Habana exhibe a partir de este sábado la exposición Wifredo Lam indivisible compuesta por 65 pinturas, grabados y dibujos realizados por el reconocido artista de la plástica cubano entre 1939 y 1976, reseña la agencia EFE.
"Son piezas que nos dan la coherencia, solidez y organicidad de la obra de Lam, un arte sin fisuras", dijo el curador Roberto Cobas Amate sobre esta selección, que estará a disposición del público hasta el próximo 26 de febrero.
Artistas, académicos, estudiantes de arte y admiradores de su obra acudieron a la apertura de esta exposición encabezada por una de sus obras maestras, el cuadro de gran formato El Tercer Mundo (1966), pintado con óleo y carboncillo. Algunas obras no se exhibían desde hace más de 30 años.
La selección incluye obras como La silla (1943), una pieza icónica que fue donada al MNBA por el escritor Alejo Carpentier; Huracán (1946), una síntesis de las búsquedas creativas de artista en el universo mítico afrocubano, y Maternidad (1952), un óleo sobre tela con una de sus obsesiones.
La exposición también recoge sus estancias en Cuba, como la de 1941, de la cual resultan obras que reflejan la influencia de sus contactos con la Escuela de París, así como el ciclo de 1945, en el que incursiona en la cultura afrocubana y su pintura se torna más luminosa.
La retrospectiva llega hasta 1976, momento en el que Lam realiza una serie de diez grabados para el relato El último viaje del buque fantasma, del escritor colombiano Gabriel García Márquez.
En el acto inaugural estuvo presente —de forma virtual— una de sus obras más famosas: La Jungla (1943), perteneciente a la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Este cuadro, representa el momento de madurez en la carrera de Lam, es su composición de mayores dimensiones y en ella entremezcla la caña de azúcar con figuras oníricas de seres vivos.
Las obras de Wifredo Lam cuentan con una elevada cotización en el mercado del arte. En 2020 su lienzo Omi Obini alcanzó los 9,6 millones de dólares en una subasta de la casa Sotheby's, y tres años antes A tres centímetros de la tierra fue vendido por 5,2 millones de dólares.
Si Cuba no fuera el desastre que es, supongo que pudieran haber conseguido que el MOMA les prestara 'La Jungla' para esta muestra, pero un cagadero tercermundista no inspira confianza.
Y con respecto a Lam, fue mucho mejor artista que cubano, a pesar de que hizo una carrera esencialmente extranjera y no se debía en nada a la "revolución."