Preocupado porque las críticas del recientemente fallecido cantautor cubano Pablo Milanés al régimen de la Isla en las últimas décadas prevalezcan sobre su apoyo previo, Abel Prieto se apuró a reclamar para la Revolución la figura y la obra del compositor, menos de 24 horas después del anuncio de su deceso.
"Murió Pablo Milanés. La cultura cubana sufre una herida terrible, muy dolorosa. La Casa de las Américas, a través de Twitter, recordó una frase de Roberto Fernández Retamar acerca de la relación especialísima de Pablo con nuestra institución y con Haydee Santamaría", expresó en un post publicado en Facebook.
En la misma red social, la Casa de las Américas, institución oficialista presidida por Prieto, había escrito: "Retamar recordó en una ocasión 'los vínculos sagrados de Pablo con la Casa, y, en particular, con Haydee'. Ante la partida del trovador, evocamos esos vínculos y nos unimos a quienes lo recuerdan vivo en su obra inmensa. Llegue a sus familiares y amigos nuestro abrazo".
Según Prieto, ex ministro de Cultura, la Casa de las Américas también dijo "cómo queremos recordarlo y cómo lo recordaremos siempre" y aseguró que, "a pesar de que en los últimos días explotó una polémica absurda en torno a sus opiniones políticas, Pablo y su obra nos pertenecen de manera definitiva".
"Son nuestros. Son de Cuba. Y son de la Revolución Cubana", enfatizó, pese a que el autor de temas como "Yolanda" y "Ámame como soy", se convirtió en una de las figuras de la cultura cubana críticas con la situación política de la Isla. A finales de agosto pasado, Pablo Milanés suscribió un "Manifiesto de la sociedad civil cubana", firmado 110 intelectuales, artistas y profesionales de la Isla y el mundo, que exigía cambios profundos y libertades en Cuba.
Prieto, que no explicó cuáles eran esas opiniones políticas de Milanés ni cuál la "polémica absurda" que habían generado, arremetió contra quienes se opone al régimen cubano, calificándolos de trumpistas, fascistas y anexionistas.
Según el presidente de la Casa de las Américas, Pablo Milanés y sus canciones "nunca podrían ser digeridos por Trump y los trumpistas ni por el núcleo fascista de Miami ni por anexionistas como los que fueron a la cumbre de neonazis en México para pedir de nuevo la intervención yanqui en Cuba y luego organizar un show frente a nuestra embajada en ese país hermano".
"Nunca Pablo y su obra serán de ese tipo de personas adoradoras del dinero como único Dios, rebosantes de odio, de racismo, de infamia, de estúpida arrogancia. Pablo y su obra nos pertenecen", reiteró, aunque también compartió al emblemático artista con la "gente linda" de "Nuestra América" y "el mundo" que fueron iluminadas por "el milagro de su poesía y de su música".
Cabe suponer, por sus ataques a quienes denuncian al castrismo y las violaciones de derechos humanos, que con "gente linda" Abel Prieto se refería a los afines del régimen en América Latina y el resto del mundo.
Sin embargo, una de esas personas afines al castrismo, la periodista comunista española Ana Hurtado, ofendió a Pablo Milanés en dos ocasiones, la última mientras se encontraba hospitalizado. En ninguna de esas ocasiones, ni Prieto ni ningún otro funcionario del régimen salió en defensa de "su" cantautor.
De hecho, Hurtado fue recibida en Cuba por Miguel Díaz-Canel y su esposa, Lis Cuesta.
En junio, la comunista española llamó al compositor cubano "gusano" y "ruin", y consideró una prueba de la libertad de expresión, que según ella existe en la Isla, que el régimen le permitiera ofrecer un concierto en La Habana.
El pasado 15 de noviembre, con Milanés ingresado debido al agravamiento de su salud e imposibilitado de defenderse, Hurtado afirmó que era "gusano y bien", en Twitter.
Abel Prieto no mencionó ese detalle en su reclamo para la Revolución de la obra del artista fallecido, pero no faltó quien se lo recordara, entre los comentarios a su publicación.
"La obra de Pablo pertenece al pueblo de Cuba que lo ama; a los cubanos que adoran su música, simpaticen o no con el sistema imperante en la Isla”, le recordó Yahima Arredondo. "Por otra parte considero bochornoso el comportamiento de las instituciones y dirigentes cubanos ante las ofensas emitidas por la tal Ana Hurtado, quien lo definió como ruin y gusano. Aún espero que alguien del Gobierno en Cuba exija disculpas a esa atrevida. Usted no fue capaz de defender a nuestro Pablo ya casi moribundo por lo cual percibo gran falsedad en todo lo que ha escrito", fustigó.
Yaya Panoramix, por su parte, le recetó a Abel Prieto "un respetón" y José Hernández le reprochó que hablara más de política que de Pablo Milanés.
Eso es típico de la dictadura cubana. Arrimarle a Marti las cenizas del Cagandante en Polvo es una manera de legitimarlo. Son tan mediocres que necesitan hasta de sus detractores para sostener su fracasada épica. Cada día se llevan a la boca la comida que tienen porque unos gusanos (que diz que no necesitan) decidieron irse y recomenzar sus vidas en otras tierras, triunfar y todavía tener la presencia de ánimo de enviarles dinero. La misma historia.
Prieto es un esbirro vulgar y corriente, o sea, no estamos hablando ni de lejos de una Alicia Alonso. El tipo si acaso califica de mediocre, y se debe por completo a ser lacayo de la dictadura. Cualquier cosa que diga sobre cualquier tema es irrelevante, ya que sencillamente no importa. Es una mera vocina.
Es una práctica carroñera habitual de la dictadura arrimar a su braza a ciertos artistas después de su muerte, donde el peligro de un gesto desleal ya no existe. Esto igual les funciona con relativo éxito con aquellos que mantuvieron una actitud silenciosa, aunque irrespetuosa en lo privado.
Como Portocarrero o Lezama que no paraba de hacer chistes contra los figurones del régimen o los cascarones podridos de sus instituciones, como también con los que mantuvieron primero una actitud de franco, vital apoyo y después enfriaron sus afectos, asumiendo una actitud políticamente ambigua, por decir lo menos.
En el caso del señor Milanés, dada su particular biografía, será tarea fácil, no sólo al señor Prieto, sino a otros oficiales y sargentos de la cultura e incluso para el inculto decimista y repentista campesino ministro de cultura actual, poner en el panteón revolucionario a este notable artista que hoy lloran tantas personas e instituciones respetables.
Tengo entendido --lo oí por Telemadrid-- que Pablo pidió expresamente que lo enterraran en España y que el régimen castrista no tuviera ninguna relación con su funeral. Sería conveniente recalcar que su última voluntad lo desmarca del castrismo completamente. Habría que verificarlo con los familiares o personas cercanas a PM.
Con Abel realmente no vale la pena emborronar cuartillas,como decía el bandido argentino.
Por supuesto que los "Abeles" del régimen con su dirigentico de pacotilla "El S...ao" van a apropiarse de Pablo, sencillamente porque les conviene. En su ridícula defensa hasta mete a Trump, que yo quisiera saber qué car.. tiene que ver con Pablo Milanés. Lo único absurdo en todo este potaje es ese estira pa'ca y estira pa'llá, cuando la obra de Pablo como compositor y como intérprete es enorme numéricamente. Pero los disensos no les convienen, capaz que digan que estaba "confundido" y ganado por "los servidores del imperialismo"....como suelen decir. Como si no se tuviera cabeza propia.
Ay, Abel, siempre aprovechando la oportunidad para lamerle las botas a la China! No das asco, no, que va!. Das lo que le sigue, llámese como se llame.
El gobierno tiene un dilema, „guardar la forma“ o enfrentarse a una larga controversia de rayos y centellas acerca de la posición política de Milanés en sus últimos días.
En el fondo Abel y la jauría castrista están de acuerdo con la comunista española: Pablo se nos convirtió en gusano. Pero el artista es tan conocido y admirado que una campaña de descrédito en su contra sería un suicidio político en estos tiempos. Por lo tanto hay que ponerse a embarajar, con Abel por un lado apropiándose del gusano más los caraduras compungidos que irán llegando.