Por fin sucederá la Feria Internacional del Libro de La Habana, después de prorrogarse en 2021 y en febrero de 2022. Según la información oficial, dos características distinguirán a esta convocatoria: habrá "muchos libros" y las actividades estarán dispersas por la ciudad.
Bien para evitar multitudes, bien para aliviar el transporte, en esta edición de la Feria habrá solo dos salas de presentaciones habilitadas en La Cabaña. Las cinco restantes van a estar en La Habana Vieja. A la fortaleza irán los niños, a la Sala Dora Alonso y al Pabellón "Tesoro de papel", irán los oficialistas, los militares, y algún que otro veterano en busca de homenajes. Irá también el público que quiera comprar algún libro o ver exposiciones.
La parte profesional de la Feria (presentaciones, paneles, etc.) ocurrirá en el casco histórico de la ciudad: en el Palacio del Segundo Cabo (la Sala José Antonio Portuondo), en el Palacio de los Capitanes Generales (Sala Alejo Carpentier), en la Universidad de San Jerónimo (la José Lezama Lima, dedicada a la poesía) y también en el Palacio de la Computación, donde sesionará el proyecto "Cuba Digital" —que reunirá todo lo relacionado con el libro electrónico en Cuba— y en la Casa Benito Juárez, dedicada a las actividades mexicanas. Habrá también otras subsedes diseminadas por la capital.
Según el vicepresidente del Instituto Cubano del Libro, este año habrá "muchos libros": más de 900 novedades editoriales, correspondientes a este año y el pasado; más de 4.000 títulos correspondientes a cuatro millones de ejemplares. Es decir, que se pondrán al día con los retrasos de los últimos tres años, que eran casi totales y por fin han comprado papel. El citado funcionario afirma que no solo papel, sino que se ha hecho una importante inversión en el área de las impresiones: se ha añadido una impresora Rizo a cada provincia, en el Sistema de Ediciones Territoriales (SET) y además, se modernizan tres grandes poligráficos, por lo cual "a partir del próximo año vamos a tener libros con una calidad que hasta ahora no podíamos hacerla". Más de 60 libros de poesía, 70 novelas, 69 libros de cuento, más de diez historietas, 200 estarán disponibles, dice el funcionario.
México, país amigo
Pero el mejor acontecimiento del año será la presencia de México como país invitado de honor, quien, con la amistad de Andrés Manuel López Obrador, despachó en enero un barco lleno, no de cubanos deportados, sino de 26.000 libros.
México anuncia que viene con más de 20 representantes de su literatura y arte. Su actividad no solo estará restringida a la literatura, sino que trae en su delegación cantantes, artistas de la plástica y grupos de teatro.
El mejor acontecimiento de todos puede que sea la apertura de una librería del Fondo de Cultura Económica de México, importante sello editorial que ha publicado lo mejor de la literatura mexicana durante cuatro décadas. Según la oficialidad, los precios serán asequibles. Ha trascendido que esa librería se ubicará en el local de 27 y L, y su nombre será Tuxpan. Desgraciadamente trascendió también que los libros han sido elegidos por Paco Ignacio Taibo II, amigo de la Revolución y director actual del Fondo, con lo cual la vigilancia política queda garantizada.
Parece que no habrá escritor relevante este año venido del exterior. Sin embargo, la nómica completa de bribones internacionales al servicio de la Revolución que se dicen intelectuales de izquierda se dará cita aquí: tendremos el horror de recibir una vez más a Victor Hugo Morales, Paco Ignacio Taibo, Ignacio Ramonet, Frei Betto y, como cereza en pastel, recibiremos a Jorge Rodríguez, el siquiatra perverso presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, elogiado en la Mesa Redonda como excelente narrador, que vendrá a atormentarnos con sus cuentos. No podemos esperar. La fecha de inicio de la Feria, como no se cansan de decir en la televisión, es el 20 de abril.
