La polémica Bienal de La Habana, defendida por las autoridades cubanas ante el boicot planteado por cientos de artistas en protesta por la represión y el encarcelamiento de creadores como Luis Manuel Otero Alcántara y Hamlet Lavastida, fue calificada como "decepcionante" en las sedes de Cienfuegos y Trinidad por el medio estatal 5 de Septiembre.
El autor de la crítica, Jorge Luis Urra, afirmó que el "finalismo" a la hora de realizar los proyectos pasó factura a algunos artistas, por lo que consideró que las muestras de Cienfuegos y Trinidad fueron "decepcionantes" y marcadas por "una fuerte condición artesanal".
Además, contó que uno de los proyectos realizados en Cienfuegos, titulado "El árbol de la esperanza", iba a estar compuesto por piezas de 16 creadores, pero varios de ellos tuvieron que retirarse al no contar con los materiales para realizar las obras.
No obstante, Urra culpó a los artistas del fracaso de la muestra. Afirmó que "no pueden participar en un evento confiando en la idea de que las instituciones le van a sufragar las obras" y que "difícilmente se alcance el éxito concluyendo las piezas a última hora y sin el urgido acto curatorial".
"Un evento de esta naturaleza merece mayor prestancia y agudeza. En este proceso era necesario la intervención de un curador capaz de favorecer la unidad y coherencia de las obras, el diálogo entre ellas, su mejor emplazamiento en los espacios, evitando la acumulación desabrida y propiciando las necesarias condiciones de percepción", agregó el crítico y periodista cubano.
Jorge Luis Urra también consideró que "la museografía fue un caos de sentidos y la puesta tan indisciplinada como ilegítima", añadió que no hubo novedad "ni en los temas ni en los discursos" y "faltó un mapa conceptual que garantizase al menos el objetivo del proyecto, además de forzar ciertos códigos simbólicos en función de los objetos reciclables".
El crítico señaló que una de las pocas obras que llamó la atención fue la del artista Alberto Jorge Veloz Fonseca, quien empaquetó uno de los leones del Parque Martí, lo que carece de originalidad porque es un recurso empleado por el artista búlgaro Christo "hasta la saturación".
La Bienal de La Habana, con una escasa repercusión artística y mediática, ha sido más conocida por sus polémicas y críticas que por la presencia de obras que destaquen en el contexto actual.
Una polémica semejante a la de Cienfuegos se dio en Holguín, donde como parte del evento de artes visuales el artista Luis Silva presentó una escultura titulada "Fruto" que causó diversas bromas y memes por su parecido con un meteorito.