El porcentaje de parejas heterosexuales que se han conocido de manera virtual ha crecido a pasos agigantados en las dos últimas décadas. Si en 1995 el porcentaje era del 2%, en 2017 esa cifra ya era del 40%. Si cuatro de cada diez parejas heterosexuales formadas en 2017 se conocieron gracias a Internet, el porcentaje aumenta a seis de cada diez en el caso de las parejas homosexuales.
Son estas algunas conclusiones del estudio "Disintermediating your friends", publicado por la Universidad de Stanford el 15 de julio y para el que fueron entrevistadas más de 5.000 personas entre 2009 y 2017.
A ojos del sociólogo Francesc Núñez, de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), estos datos referidos a la población estadounidense son perfectamente extrapolables a la española. "Esto es un fenómeno global. Tal vez los países anglosajones nos llevan algunos años de ventaja, pero no muchos. Esta forma de conocer gente se está extendiendo muy rápidamente", explicó al suplemento Verne del diario español El País.
El estudio no solo habla del aumento de citas por Internet, sino también de cómo ese crecimiento ha supuesto la desaparición de los intermediarios a la hora de presentar a personas que acaban formando una pareja.
Entre 1995 y 2017, el papel de los amigos como celestinas cayó del 33% al 20%. También el de los compañeros de trabajo, del 19% al 11%. Y lo mismo con los familiares, del 15% al 7% (aunque su papel ya llevaba en declive desde finales del siglo XX).
Los datos del estudio también indican que, desde el año 2010, cada vez más gente se conoce en bares y restaurantes. Pero no se trata de gente que coincida por casualidad en un bar sin haber hablado antes, sino de personas que ya habían entablado contacto por Internet y que decidieron desvirtualizarse en estos lugares.
Irene Fernández, traductora jurada de 28 años, es de las personas que quedó con su último ligue en una terraza después de haberse conocido por Internet.
"Esa vez opté por comunicarme exclusivamente con gifs. Quedamos sin haber hablado nada previamente. Fue muy guay y me lo pasé muy bien", indicó esta mujer de Murcia. Gracias a la ayuda de estos memes, ambos concretaron la hora y el lugar: Plaza del 2 de Mayo, a las 8PM. Una vez allí, se saludaron con dos besos y, mientras tomaban algo en una terraza, no pararon de charlar durante más de tres horas.
Hay muchas razones para que cada vez más gente se conozca a través de Internet. La explicación más evidente es que, gracias a los smartphones, cada vez pasamos más tiempo conectados, lo que ha llevado a la proliferación de webs de citas. "La oferta en términos de mercado es muchísimo más grande", explica Núñez. Pero también hay otras razones menos evidentes.
Por ejemplo, la "asincronía", tal y como menciona el estudio. Esta palabra se refiere a que las personas ya no tienen que estar presentes al mismo tiempo para mantener una conversación, como ocurría antes, sino que pueden diferir sus preguntas y sus respuestas. Ocurre algo parecido con el espacio, de manera que las personas ya no están obligadas a coincidir en el mismo lugar, multiplicando las posibilidades comunicativas.
Otra de las razones que menciona el estudio son las posibilidades tecnológicas de las aplicaciones: "Pese a que haya razones para mantenerse escépticos ante la naturaleza científica de sus algoritmos para emparejar a gente, lo cierto es que estas aplicaciones tienen mayor margen para progresar tecnológicamente, frente a la naturaleza más estática de las redes de amigos".
"Para conocer a alguien en Internet, previamente has tenido que introducir una serie de gustos y preferencias, así cuando surge el match, más o menos, ya has elegido a esa pareja. Lo que pasa entonces es que quemas rápidamente esas etapas del conocimiento sobre el otro", explicó Núñez.
Otra explicación para este crecimiento es la discreción. "Los usuarios prefieren estas aplicaciones antes que compartir sus preferencias a través de amigos o familiares", afirmó el estudio.
La propia investigación se hizo eco de lo que Pew Research Center, think tank estadounidense, publicó en 2016: "las citas online han perdido gran parte de su estigma" y cada vez menos personas creen que quienes las usan "están desesperadas".
"En las vidas de los nativos digitales, así como de quienes no lo son pero van introduciendo Internet, se comparte con más naturalidad que las relaciones presenciales convivan con otras principalmente virtuales o que aparecen primero en el espacio virtual", señaló el sociólogo Francesc Núñez. "La gente ha dejado de considerarlo un tipo de relación menos valiosa y lo considera otra manera de buscar relaciones o pareja".
Elisenda Ardèvol, antropóloga de la UOC que ha estudiado las relaciones surgidas por Internet en su investigación "Las relaciones personales en Internet como producto de consumo", considera que la Red es un medio más para llegar a establecer un contacto, pero que es el encuentro físico y la capacidad de establecer una relación duradera lo que determina la continuidad o no de una relación. "Engaños hay siempre, online y offline", sentenció.