El artista cubano Michel Mirabal, en el centro de la polémica en los últimos días por un "proyecto de vídeo de arte" donde usaba las nalgas de mujeres como instrumento de percusión, justificó que su objetivo era provocar una discusión sobre el sexismo y el machismo y pidió disculpas a quienes "se sintieron agredidos".
"Terminado el vídeo arte, ahora en edición, aunque me ataquen con razón por el primer vídeo. No importa, estoy muy de acuerdo con la mayoría de sus comentarios, me encanta que se discutan estos temas y ese era mi objetivo", escribió en su perfil de Facebook.
"Estoy seguro (de) que llamé la atención de muchos sobre estos lamentables fenómenos, les quiero aclarar que yo no soy un catedrático ni un sexólogo, mis armas son el arte y a través de este propongo mis maneras de ver las cosas que nos rodean que lamentablemente son muchas", añadió.
Dijo que espera tener el resultado final en unos días y compartirlo con todos. "A los que se sintieron agredidos mis más sinceras disculpas, a los que me dieron su voto de confianza, gracias por eso. Quiero que también entiendan que a pesar de que tuve el apoyo de muchos amigos del arte, sociólogos, periodistas y amigos en general toda la responsabilidad es mía y asumo todas las consecuencias de mis actos", concluyó.
Mirabal (La Habana, 1974) "es un artista talentoso y mediático del arte contemporáneo en Cuba conocido esencialmente por sus temáticas de banderas cubanas". Así lo presentó un blog afín al estatal Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX).
Las obras del artista se encuentran en colecciones privadas de personalidades como Gabriel García Márquez, Mohamed Alí, Carlos Santana, Danny Glover, Barack Obama y hasta Donald Trump.
Para la publicación, "su nuevo proyecto delata implícitamente la complicidad comercial de explotar la figura femenina".
La propia Mariela Castro Espín se hizo eco de la polémica desde el perfil oficial de Facebook del centro que dirige y al compartir la nota de Entre diversidades señaló: "Tenemos que diversificar los espacios de diálogo sobre los temas que trabajamos y promovemos en educación integral de la sexualidad desde hace muchos años, sin lograr todos los resultados deseados".
"Las organizaciones e instituciones formadoras en el campo de las artes también necesitan organizar mejor sus acciones educativas. Recibimos señales suficientes sobre la necesidad de estudiar el alcance de las campañas hacia los receptores más diversos. Estas y muchas otras inquietudes nos convocan a la reflexión permanente. Es excelente que reaccionemos, pero sobre todo que dialoguemos", se limitó a decir sin ninguna crítica directa al vídeo de Mirabal.
El audiovisual fue compartido también por la doctora en Historia del Arte y profesora de la Universidad de la Habana Lázara Menéndez, quien argumentaba: "el artista se vale de esos medios no para glorificar ni para legitimar sino para hacer pensar y tomar partido más claramente".
En redes sociales, activistas y artistas independientes criticaron que en casos como este no se aplique el Decreto 349. Para unos sí, para otros no, denunciaron.
"Aquí todo está ligado a la política, si un artista como Luis Manuel Otero Alcántara utiliza una bandera americana es anexionismo de un 'intruso'; o si Bruguera Tania desea hacer el Susurro de Tatlin en la Plaza de la Revolución es oportunismo; y los ejemplos en este sentido siguen en aumento; pero ahora si Michel Mirabal utiliza las nalgas de las mujeres como tumbadoras, la 'provocación' sí es una obra de arte, y hay que esperar el final de la misma", escribió la historiadora del arte Yanelys Núñez, aunque aclaró que el 349 "no debe ser aplicado a nadie".
"Las discusiones sobre feminismo, luchas LGBTIQ, las exigencias de pluripartidismo, de libertad de expresión, deben de ir al unísono. El Gobierno utiliza a estos creadores (…) para generar cortinas de humos, construye ficciones para que la opinión internacional crea que se discute en Cuba públicamente sobre sexismo, feminismo, etc. Ya ocurrió con la ley 68 del anteproyecto constitucional relacionado con el matrimonio igualitario", añadió Núñez.
"Michel Mirabal terminará su obra, será buena, mala, regular, pero el Gobierno ni le decomisará su estudio, ni sus equipos, ni lo regulará, ni le apresará, ni lo acusará de sexista, ni de afectar el 'normal desarrollo de la niñez y la juventud'. Michel provoca, como mismo provoca Luis con su convocatoria de sostener por 24 horas una bandera cubana, pero a él, nunca se le desaparecerá ni le caerá el 'peso de todo un sistema encima' (…)", consideró.
El "vídeo arte" que Mirabal compartió y más tarde fue retirado por las propias redes sociales anunciaba un "gran concierto" en vivo con figuras de la música cubana como José Luis Cortés "El Tosco" y con el productor Maikel Barzaga.