Cuando el exprisionero de conciencia Jorge Olivera Castillo, escritor y periodista independiente, le contó al rapero Navypro (Osvaldo Navarro Veloz) que quería grabar un disco, este lo imaginó recitando su poesía en forma de spoken word. Pero se llevó una sorpresa: "me mostró una lírica cantada; tocó el piano, me mostró los acordes y dije 'ah, esto está bueno'", recuerda.
Por su parte, Olivera, encarcelado durante la Primavera Negra de 2003 y liberado bajo licencia extrapenal tras 20 meses de prisión, confiesa que no valoraba el rap en su justa medida, pero le impresiona el talento de Navypro. "Tiene una capacidad extraordinaria para componer y unas letras increíbles".
Navypro lo demostró cuando, delante de Olivera, sobre la letra y la música que ya este había compuesto, escribió un fragmento que es la parte rapeada del tema. Así nació "En la espalda hay humo", primera canción del disco, aún sin título, que era un viejo sueño del escritor y periodista y que espera terminar en un máximo de dos años, antes de llegar a sus seis décadas de vida.
Olivera no estudió música y solo aprendió a tocar un poco el piano a los 27 años. En los 90, integró un pequeño grupo musical aficionado y el cuarteto Arará, en el que hacía la tercera voz. Con Arará, actuó en varios escenarios habaneros, incluyendo el Teatro América, durante un homenaje a Rita Montaner, antes de ser periodista independiente.
Aunque afirma poseer solo los conocimientos básicos para atreverse a componer, Olivera ejecuta el piano en la primera canción de su disco. Para la segunda, decidió contratar a un pianista profesional. Es más compleja, pues decidió hacer tres variaciones rítmicas. Comienza con una balada, continúa con funk y termina con timba cubana. También en este tema cuenta con la colaboración de Navypro, pero esta vez la letra que ya estaba escrita era la del rapero.
"Él ya tenía un texto y yo escribí de acuerdo a lo que él había escrito para que empalmara bien la letra", explica Olivera.
Tanto "En la espalda hay humo" como la canción que Olivera escribe, tienen connotaciones políticas. "Ya son 26 años en la sociedad civil independiente; estoy nutrido de una serie de circunstancias y, de alguna manera, eso me marca: haber estado en la cárcel, haber sufrido muchas cosas. Pero también quiero darle un espacio al amor, ese sentimiento tan fuerte que nos acompaña a todos de una manera u otra".
Pese a que Navypro solo interviene en los dos primeros temas del disco, piensa acompañar a Olivera durante todo el proceso de grabación. De la producción se encarga un productor independiente cuyo nombre se reservan.
"No es secreto que tenemos un trabajo como activistas; Jorge tiene el Club de Escritores. En mi experiencia, en otras ocasiones han visitado a productores independientes. El año pasado expulsaron a un amigo mío del trabajo por expresarse contra el Decreto 349 en las redes sociales", explica Navypro, líder del proyecto Di.Verso.
El disco avanza aunque no con la celeridad que quisiera Olivera, pero prefiere no apurarse "para que todo salga bien".
Cuando lo terminen, el mayor reto será la distribución, lograr que la gente en Cuba lo escuche. La radio y la televisión (estatales) están descartadas. Navypro considera que el arte independiente debe encontrar vías alternativas dentro de las complejidades que existen en la Isla. Piensan usar casas particulares y quizás alguna embajada que les brinde el espacio para presentar y distribuir el disco.
Realizar un videoclip de alguno de los temas también está entre los planes a corto plazo, aunque requiere recursos económicos que ahora no tienen. Además, aún necesitan encontrar a la persona indicada para hacerlo.
"No queremos hacer un videoclip por hacerlo, queremos que tenga calidad desde el punto de vista estético. Sin dudas, lo necesitamos como parte de una campaña publicitaria", aclara Olivera. ¿Podría el vídeo de un tema de Jorge Olivera y Navypro concursar por los Premios Lucas? Saben que no. "Ni siquiera la segunda canción, que no tiene ninguna connotación política y es muy intimista. Nuestros nombres ya están marcados", concluye Olivera.
Navypro ya intentó incluir un videoclip en los Premios Lucas. "Nos dijeron que no podían pasar eso por la televisión porque tenía imágenes violentas. Pero en realidad era un vídeo constructivo que no dañaba a nadie", sobre la violencia contra la mujer.
Jorge Olivera Castillo confiesa que tiene influencias de la música afronorteamericana, el jazz, el góspel, el Rythm and Blues, sobre todo del artista Stevie Wonder. Esa influencia se notará en el disco. En un futuro, espera hacer un álbum completo con Navypro.