El Metropolitan Museum (Met) de Nueva York aborda desde esta semana el expresionismo abstracto desde nuevos puntos de vista y con una perspectiva de género, en una exposición que repasa la obra del pintor estadounidense Jackson Pollock, así como la de otras figuras relevantes, como la cubana Carmen Herrera.
Según la institución, "Epic Abstraction: Pollock to Herrera" es el título de la muestra, que recorre desde piezas de la década de 1940 hasta el siglo actual, para explorar a gran escala la pintura, escultura e instalación. Incluye más de medio centenar de obras pertenecientes a su colección, así como préstamos y nuevas adquisiciones.
Piezas icónicas del Met, como el clásico de Jackson Pollock "Autumn Rhythm" (1950) y la monumental "Mrs. N's Palace" (1964–77), de Louise Nevelson, dialogan con obras de importantes artistas internacionales, como las del pintor japonés Kazuo Shiraga y la artista húngara Ilona Keserü.
Muchos de los artistas reunidos en la exposición trabajaron grandes formatos no solo para explorar elementos formales como la línea, el color, la forma y la textura, sino para activar el potencial metafórico de la escala con el propósito de evocar ideas y temas expansivos o épicos (de ahí el título de la muestra) que incluyen la historia, el tiempo, la naturaleza, el cuerpo, así como preocupaciones existenciales.
Carmen Herrera, creadora cubano-estadounidense de 102 años, es la artista en activo más longeva y se le considera pionera del expresionismo abstracto en Estados Unidos.
Nació en La Habana en 1915 y fue a residir a los Estados Unidos desde mediados de los años cincuenta. Vive cerca de Union Square, en la ciudad de Nueva York.
A pesar de su edad, su trabajo ha sido reconocido internacionalmente en fecha reciente. No obstante, sus composiciones geométrico-abstractas en colores llamativos no eran menos vanguardistas que las que pintaban otros colegas hombres como Josef Albers o Piet Mondrian, con quienes participó en exposiciones colectivas tras la Segunda Guerra Mundial.
Tras seis décadas dedicándose a la pintura, vendió su primera obra en 2004, cuando contaba 89 años de edad. En julio de 2009, la galería IKON de Birmingham, Inglaterra, ofreció una exposición retrospectiva de su obra.
La Tate Modern de Londres y el Museo Hirshhorn de Washington han adquirido obras suyas. Sus piezas tienen una precisión casi espiritual, recuerdan la pintura de Barnett Newman y marcan importantes hitos en la evolución del movimiento minimalista geométrico.