El cineasta cubano Pavel Giroud se autopropuso como "conejillo de indias" ante los encargados de implementar el polémico Decreto 349 en un post en el que ironizó sobre el "intrusismo profesional" e invitó a aplicarlo al propio ministro de Cultura, Alpidio Alonso Grau, cuyo título no procede precisamente de la enseñanza artística.
"Como el #Decreto349 va contra el intrusismo profesional, doy el paso al frente para que me lo apliquen, porque mi profesión es diseñador y me dedico al cine, de lo cual no tengo título alguno", escribió en su perfil de Facebook.
"Lo mismo debería aplicarse al ministro de Cultura de Cuba (Alpidio Alonso Grau), cuya biografía certifica que es ingeniero eléctrico", añadió Giroud en el propio mensaje, compartido más de 40 veces y con decenas de comentarios en la misma línea.
Tony Alfonso Roque, que trabajó en la radio y televisión estatales cubanas, sugirió que le aplicaran la normativa "en retroactivo", porque él es "veterinario".
"Pero que no se lo vayan a aplicar a Martí que era abogado y ejercía el periodismo y la docencia, ni a Benny Moré, ni a Orestes Aragón ni a tantos y tantos que dejaron una obra que se llama Cultura Cubana", añadió.
"Cuando lo apliquen, no miren para las estructuras estatales, cuya historia describe desde médicos que intentaron destruir la economía hasta abogados de dudosa graduación, auto definiéndose como estadistas. Por cierto... ¿Qué estudió Díaz Canel?", concluyó.
Luis Enrique Chacón dio "otro paso al frente". "Que me apliquen #Decreto349, nunca me gradué de actor y menos estudié títeres en una institución cubana. Me evaluaron como actor de 1er nivel gracias a un decreto que permitía al ministro otorgar dispensas para trabajar en la Cultura. Como yo, muchos... la cultura cubana somos todos y (hay) muchos intrusos como Alpidio Alonso, ministro de Cultura, o Marbin, director del Centro de Teatro y Danza", señaló al compartir el post de Giroud.
En una amplia reflexión, el músico y compositor Kiko Faxas recordó lo que un grupo de artistas como él, reunidos en el Consejo Nacional de las Artes Plásticas a finales de septiembre pasado, discutieron con algunas autoridades.
"En lo que concierne al intrusismo profesional, ya habíamos dejado bien claro en la reunión del 27 de septiembre que en materia de arte no puede existir tal cosa", señaló.
"En el arte hay creadores, algunos más buenos que otros y algunos más malos que otros, sí. Pero catalogar a cualquiera de ellos como un intruso resulta poco menos que un absurdo, ya que lo que define a un artista no es otra cosa que su labor creativa, no su calidad —porque, en ese caso, ¿cuáles serían los criterios 'universales' para clasificar dicha calidad?", se preguntó.
Esta semana en declaraciones a la oficial Agencia Cubana de Noticias (ACN), el exministro Abel Pieto consideró que "se ha creado una triste opinión" en torno al 349 y defendió que con este decreto se busca implementar una política cultural coherente que elimine el intrusismo profesional.
Acusó a quienes han debatido y levantado una campaña contra la normativa de haber tenido "un interés particular en que esto se convierta en un tema internacional" y los describió como "personas malintencionadas o confundidas".
Prieto negó la idea "de que el artista será una especie de empleado institucional, y que para escribir, filmar o pintar, deberá estar subordinado a la plantilla de una institución, o controlado por ella".
Según el exministro, la política cultural del país gira en torno a los creadores y siempre ha respaldado la libertad de creación.
Insistió en que no se habla de un control de los contenidos, sino de un control de la calidad artística, que no desplace a los "verdaderos profesionales del sector".
Recordó que el Ministerio de Cultura se encuentra en proceso de redacción de normas complementarias del decreto en "aras de esclarecer cualquier posible error de interpretación".
No obstante, el polémico decreto está en vigor desde el 7 de diciembre pasado.