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Decreto 349

José Ángel Toirac: 'Como artista, lo que me corresponde es protestar'

El artista, Premio Nacional de Artes Plásticas 2018, es uno de los firmantes de una carta que se opone al Decreto 349.

Madrid

José Ángel Toirac, Premio Nacional de Artes Plásticas 2018, ha firmado "Sin 349", una carta pública que se opone al polémico Decreto 349 y que ha sido entregada al Ministerio de Cultura y a la Oficina de Atención a la Ciudadanía del Comité Central del Partido.

Dirigida al ministro de Cultura Alpidio Alonso y al presidente del Gobierno Miguel Díaz-Canel, la misiva pide "someter a debate público el decreto" ya que consideran los firmantes que su elaboración no ha tomado en cuenta a la mayoría de la intelectualidad cubana.

Esta iniciativa surge de un grupo de artistas plásticos que se reunió en septiembre en el Consejo Nacional de las Artes Plásticas con varios funcionarios, incluidos el viceministro de Cultura Fernando Rojas. De esta reunión quedaron a la espera de la realización un debate público que no se produjo, por ello se tomó la decisión de dar a conocer el documento y sumar más firmas, que hoy son más de 200.

Entre los firmantes hay artistas de varias generaciones, cineastas, teatristas, diseñadores, escritores, y figuras reconocidas del ámbito de las artes plásticas como los curadores Gerardo Mosquera y Magaly Espinosa, los artistas Carlos Garaicoa, Luis Gómez, Sandra Ceballos, Rocío García, Tania Bruguera y Pedro Pablo Oliva, Premio Nacional de Artes Plásticas, en  2006. 

DIARIO DE CUBA se puso en contacto con Toirac para conocer su opinión sobre este decreto.

"Firmé esta carta porque me la hizo llegar una amiga a la que aprecio mucho. Yo ni sabía quien más había firmado ni qué se iba a hacer después. Firmé porque sencillamente entiendo que es inaceptable esta resolución. Firmé la carta antes de que me dieran el premio, pero lo tuviera o no, te daría mi opinión", dice desde La Habana.

"Yo sentía que era mi responsabilidad como artista no estar de acuerdo con una cosa que está mal formulada. Pienso que Cuba tiene que organizarse, pero no organizarse dando bandazos. Me parece que este decreto fue un bandazo", opina el creador.

"Aquí cada cual tiene que dedicarse a lo que le corresponde, yo como artista, lo que me corresponde es protestar porque me afecta, a mí no me corresponde arreglarlo, es responsabilidad de otras personas, y si se hace de manera colegiada pues mucho mejor. Pero la responsabilidad de los artistas es hacer preguntas, no dar respuestas, las respuestas le tocan a otros, uno es artista, uno no es funcionario ni abogado", señala.

"En la Fundación Ludwig tuve la posibilidad de dialogar junto a otros artistas, habían también creadores de teatro, de literatura, se vertieron opiniones muy interesantes, Fernando Rojas fue el que estuvo, digamos, en la oposición, y fue muy receptivo, explicitó muchas cosas, y nos dijo que esta resolución no iba a entrar en vigor hasta que no se terminaran las anotaciones suplementarias. Me consta que están trabajando en eso", señala.

"No es un problema de hacer bulla por hacer bulla, es un problema de colegiar las historias y trabajar con trasparencia, que es de alguna manera lo recriminable, porque no es que no estén haciendo cosas, es que se publica una resolución y luego no se le da seguimiento ni se hace público. Es el secretismo ese lo que es reprochable. Pero están haciendo cosas, pienso que al final se va a resolver el asunto para el beneficio de todo el mundo", opina.

El MINCULT ha sostenido reuniones con algunos representantes de la comunidad artística —señala el comunicado que acompaña a la carta "Sin 349"—, y se ha creado una comisión para la elaboración de normas complementarias, necesarias para la aplicación del Decreto 349. "Creemos que este proceder selectivo cierra de manera arbitraria el debate acerca de cuestiones claves de la política cultural a las que se pretende atender con dicho decreto y terminará por no representar los deseo de la mayoría de implicados", alertan en el comunicado.

¿De qué modo afecta este decreto a los artistas?

Toirac considera que no se puede deslindar el proceso de creación del proceso de distribución de una obra de arte. "Para el arte contemporáneo el proceso de distribución es también responsabilidad del artista, entonces, se formula pensando en que no es una ley que limita la creación artística, pero depende de qué tú entiendas por creación artística y hasta donde llega tu responsabilidad como creador. No estamos en el siglo XIX donde yo pintaba en mi torre de marfil, donde yo me moría de hambre y no me importaba. Yo no soy Van Gogh, estamos hablando de arte en el siglo XXI, donde para un artista es un compromiso socializar sus ideas, y sé que es un proceso de negociación, y si es un proceso de negociación, esa ley me tiene que proteger y apoyar mi creación, no cortar mis alas. Ni puede ser un pretexto para que determinadas personas o funcionarios, o los que van a aplicar la ley más adelante, me limiten la creación. Eso es inaceptable."

Uno de los puntos preocupantes del decreto para los artistas plásticos es el inciso que penaliza a los creadores que comercialicen sus obras sin la autorización del Registro del Creador o en espacios no autorizados. Los firmantes de la carta están en desacuerdo con esta imposición del Registro como figura legal "dado que los requisitos para obtener ese carnet no contienen muchos aspectos reales de la creatividad, como el carácter autodidacta, la libre elección profesional y el derecho pleno a la actividad creativa".

Asimismo, la carta señala que esto no implica que no deba regularse la actividad comercial, "pero esa regulación debe estar en un institución cuyo interés sea puramente económico, libre de toda connotación de contenido y de cualquier juicio de valor artístico".

¿Qué pasará con los espacios alternativos, galerías y estudios de artistas que funcionan fuera del circuito institucional? Para Toirac es ingenuo pensar que en estos espacios "se hace lo que a uno le da la gana". 

"La diferencia es que uno lo negocie, porque todas esas cosas se negocian, y otra cosa es que lo negocies con un papel al lado y una porra en la otra mano, esa es la diferencia", señala.

El decreto también se enfoca en atajar el llamado "intrusismo profesional". A esto Toirac responde: "Una buena obra de arte no la determina una ley, que tú seas artista, o no, no lo determina una ley ni un papel. Cuántos graduados [de la enseñanza artística] hay que no han sido artistas nunca ni lo van a ser y están haciendo otra cosa".

"Mi papel va a ser siempre protestar y abrir interrogantes. Yo no tengo la solución en la mano. No me toca a mí buscar la solución", indica el artista, y advierte que hay que tener en cuenta que quienes crearon este decreto no tienen por qué ser los mismos que están tratando de solucionarlo: "El funcionario no es un bloque monolítico".

"Mi trabajo se basa justamente en explorar la zona gris, porque la vida no es en blanco y negro. Y el problema de esta ley es que pretende poner las cosas en blanco y negro. Y menos tratándose de arte, eso es un disparate", opina.

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