La cubana Camila Cabello protagonizó este sábado 20 de octubre un vibrante concierto en la DirectTV Arena de Buenos Aires. Como parte de su gira "Never Be The Same", la aclamada artista de 21 años deleitó a miles de asistentes con un espectáculo que la reafirma como solista, precisó el diario La Nación.
Como todo artista que decide dejar de ser la voz destacada de una banda adolescente para desarrollar su proyecto como solista, Camila Cabello no la tiene fácil. Tras cinco años de carrera como miembro del grupo Fifth Harmony, la girlband nacida del programa televisivo The X Factor, y casi dos más en solitario, este año lanzó Camila, disco que debutó en el primer puesto de ventas, y que presentó este sábado en Argentina.
Camila entró a escena cantando "Never Be The Same", la canción de amor tóxico y obsesivo que da nombre al tour. A partir de ahí, se narró una historia de corazón roto, sanación y autodescubrimiento construída entre las letras, los separadores audiovisuales y los discursos de empoderamiento personal que Cabello desplegó, en un español casi perfecto, durante la hora y media que duró el show, y que remitieron a su partida dolorosa de la girlband.
En el primer tramo, "Inside out" y "She Loves Control" compusieron la faceta livina y danzarina. Algunos problemas con el micrófono, unos bailarines que no terminaban de integrarse al show y una pose sexy que le quedó algo impostada no permitieron que Camila despegara del todo.
Sin embargo, todo cambió a partir de "Consequences", la balada que interpretó en el teclado y en la que arrancó el segmento de corazón roto y, a la vez, de comunión total con su audiencia, a la que arengó para cantar el estribillo. "Lo importante es también lo que pasa en el público. Esta noche les pertenece a ustedes", dijo antes de continuar con el show.
En la línea sensible y conectadísima con el estadio, Camila cantó "Something Gotta Give" acompañada por imágenes referentes al control de armas en Estados Unidos, al movimiento Black Lives Matters y a la Women's March.
Con "In The Dark", Camila introdujo la canción hablando del autocuidado y de permitirse atravesar el dolor. Sus fans le respondieron llenando el estadio de carteles que decían "You are the light in our darkness". Sin que tuviera que pedirlo, todas las butacas hicieron silencio para permitirle cantar una estrofa a capella y confirmaron que su ida y vuelta no tiene fallas.
Hacia el final, Cabello volvió al pop alegre y a la vibración latina que la hicieron explotar en los rankings con "Sangria Wine" y el mega hit "Havana", y confirmó que, aunque su fuerte son las baladas de lucimiento vocal, puede llevar con frescura cualquier género.