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Moda

El diseñador cubano Narciso Rodríguez vive un año de ensueño

El último reconocimiento viene del Consejo de la Alta Costura del Museo del Instituto de Tecnología de la Moda.

Nueva York

El diseñador Narciso Rodríguez es bueno para muchas cosas, algunos dirían que es un maestro, especialmente cuando se trata de hacer ropa impactante y a la vez sencilla que hace que las mujeres se sientan de maravilla en ella.

Sin embargo, si algo no sabe hacer es dar un discurso de agradecimiento sin que se le haga un nudo en la garganta.

No pudo hacerlo en junio cuando la actriz Claire Danes le entregó el premio a la trayectoria del Consejo de Diseñadores de Moda de EEUU. Y tampoco pudo hacerlo esta semana cuando fue reconocido por el Consejo de la Alta Costura del Museo del Instituto de Tecnología de la Moda. En ambas ocasiones, rompió en llanto al agradecer a sus familiares y amigos.

Ha sido todo un año para el creativo de 57 años, hijo de inmigrantes cubanos a quienes suele reconocer por su éxito. Desde hace años ha sido uno de los diseñadores estadounidenses más admirados, un hombre que evoca el tipo de lealtad agradecida de sus clientas famosas que muchos diseñadores solo pueden anhelar.

Entre esas clientas está Danes, quien ha usado su ropa desde que asistió a los Oscar a los 16 años y considera a Rodríguez como miembro de su familia. La actriz ha dicho que el hilo conductor en las piezas de Narciso es que "siempre se siento ella misma cuando la usa".

Eso es exactamente lo que Rodríguez dice que buscan: que una mujer que se sienta como ella misma, no como la personificación de la fantasía de un creativo.

"Trato de no dejar que mi ego de diseñador se entrometa porque se trata de hacer que ellas luzcan hermosas", dijo en una entrevista el miércoles, momentos antes de recibir su premio del Consejo de Alta Costura. "No se trata de la prensa que voy a recibir ni nada por el estilo. Creo que por eso tantas mujeres confían en mí".

A continuación DIARIO DE CUBA reproduce la entrevista que la agencia AP realizó al cubanoamericano.

AP: Has tenido todo un año con todos estos reconocimientos.

Rodríguez: Nunca le he dado demasiada importancia a los premios, pero es maravilloso que tus colegas, en este caso el Consejo de Alta Costura, reconozca tu trabajo y tu carrera y se tome un momento para decir 'guao, has hecho esto por un buen rato y has sido persistente'. El respeto que he sentido de mis colegas y la prensa es un sentimiento increíble. Y caray, la longevidad en la moda es rara.

AP: ¿No te lleva a preguntarte todo este reconocimiento si a partir de ahora el camino es en picada?

Rodríguez (riendo): No he llegado a ese punto, simplemente estoy agradecido de haber podido hacer esto por tanto tiempo y de poder hacerlo en mis propios términos y a veces eso no ha sido sencillo. Ha habido buenos y malos momentos, pero sigo aquí.

AP: ¿Cómo explicas las sólidas relaciones que has forjado con algunas de tus clientas famosas?

Rodríguez: Bueno, nunca he tenido una relación financiera con una celebridad, nunca. Las relaciones que he cultivado han crecido orgánicamente y de manera honesta. Conocí a Claire cuando ella era muy joven, una adolescente. Y acabamos de recibir a su segundo hijo y a mí se me salen las lágrimas (Nota: realmente se le hizo un nudo en la garganta) porque ella es como una hija para mí, es alguien a quien quiero mucho. Lo mismo con Jessica Seinfeld, y Julianna Margulies, y tantas mujeres que son inspiraciones increíbles para mí pero que también son familia.

AP: Tus diseños son famosos por su sencillez, claridad y belleza así como por sus líneas simples. ¿Fue difícil ganar terreno con ese estilo?

Rodríguez: Definitivamente. Recuerdo que cuando comencé, oía cosas de empleados que me decían que una mujer no necesariamente estaba convencida de ir a la repisa y tomar una pieza, pero que una vez que se la probaba y veía cómo se sentía era una clienta de por vida. Pero eso me tomó un tiempo.

AP: Hay tanta presión para que los diseñadores creen una imagen y sean famosos ellos mismos. ¿Cómo lidias con eso?

Rodríguez: A veces es difícil taparte los oídos y ahogar todo el ruido, porque la moda es seductora y puedes ser engañado por el glamour y perder de vista el hecho de que se trata del oficio, para mí se trata de la belleza, de la creatividad. Puede ser apabullante, en especial cuando no se trata del oficio sino de auto-promoverse y del Instagram. Yo soy increíblemente reservado. He tenido que exponer mucho de mí por mi trabajo, pero no es algo que disfrute.

AP: ¿No eres adepto a las selfies?

Rodríguez: Es difícil ahora, cuando todos quieren ser famosos. Es también muy confuso. Hago lo que puedo, pero crecí en una época en que, seguramente recuerdas, si alguien te sorprendía tomándote una foto frente al espejo te mortificabas, no querías que nadie viera ese lado de ti. Y ahora es el lado que todos quieren exponer. Es fascinante.

AP: No presentas una colección esta Semana de la Moda. ¿Por qué?

Rodríguez: Cambié mi vida. Mis mellizos, Callum e Ivy (con su esposo Thomas Tolan) tienen 15 meses. Nos tomamos el verano por primera vez en 20 años, y estaba tan contento. La presentaré en diciembre en vez. Nada puede reemplazar este verano con mis hijos en la playa. Simplemente esto me ha dado toda una nueva perspectiva de la vida y el trabajo y eso es muy importante.

AP: Creo que ya te toca ir a recibir tu premio.

Rodríguez: Sí, espero no salir y ponerme a llorar a gritos.

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