La marca de ropa cubana Clandestina está llevando sus productos a Estados Unidos a través del comercio electrónico, reporta Reuters.
Su sitio fue lanzado el jueves pasado con una selección inicial de camisetas con eslóganes cubanos como "resistir y vencer".
Si bien los diseños seguirán siendo cubanos, la ropa será fabricada en Estados Unidos y enviada a los compradores de ese país, dijo Clandestina. El embargo comercial y las restricciones en los suministros hacen prácticamente imposible despacharlos desde la Isla, pero la ciudadanía española de la copropietaria les permite trabajar desde Estados Unidos.
La decisión de entrar en el comercio electrónico destaca la creatividad del sector privado de Cuba para superar obstáculos.
"La marca Clandestina siempre ha llamado a tener éxito contra todas las adversidades y a superar lo que parece imposible", declaro Idania del Río, de 36 años, cofundadora y directora creativa.
Ella y su socia española, Leire Fernández, de 42 años, crearon Clandestina en 2015, abriendo una tienda en La Habana Vieja que vende ropa, bolsos, carteles y adornos con peculiares diseños cubanos y eslóganes que reflejan el humor de la isla.
"Actually I'm in Havana", se lee en inglés en una camiseta, mientras que otras dicen: "Soy mamey y sirvo para hacer batido" y "99% diseño cubano".
La falta de tiendas mayoristas y restricciones a la importación para el incipiente y maniatado sector privado en Cuba exigían creatividad para la adquisición de textiles y la mantención de existencias.
Amigos trasladaron lotes de camisetas en sus maletas desde el extranjero en las que luego ellas imprimieron sus diseños, y Clandestina se hizo aún más conocida por su "reciclado" de ropa de segunda mano para hacer piezas únicas.
Ahora ellas contaron que tienen 27 empleados y que el año pasado su tienda atrajo a más de 20.000 visitantes.
Una posible caída en los clientes estadounidenses en Cuba luego de la nueva política de Washington hacia La Habana anunciada en junio y el deseo de expandir sus negocios hicieron que fuera el momento perfecto para que abrieran la primera tienda cubana de moda en línea en Estados Unidos, dijo el dúo Clandestina.
"Si los estadounidenses no vienen a Cuba, bueno, iremos a Estados Unidos", afirmó Del Río.
Como española, Fernández pudo registrar una compañía en Estados Unidos y una escapatoria en el embargo le permite a su empresa contratar diseñadores cubanos. El objetivo, eventualmente, es levantar la primera marca de moda global de Cuba.
"No mucha gente sabe lo que está pasando en Cuba", dijo la turista estadounidense Kasha Trogak, examinando la tienda de Clandestina en La Habana. "La curiosidad definitivamente puede ayudar a vender el producto".