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Artes visuales

Un cubano soñará en el Manzana Kempinsky

Leandro Fonseca gana la rifa que forma parte de la obra 'Con todos y para el bien de unos cuantos', de Luis Manuel Otero y Néstor Siré.

La Habana

En la noche de este jueves, los artistas plásticos Luis Manuel Otero Alcántara y Néstor Siré llevaron a cabo la rifa perteneciente a su obra "Con todos y para el bien de unos cuantos", que permitirá a un cubano y su acompañante pasar una noche en el lujoso Hotel Manzana Kempinsky.

La obra forma parte de la exposición colectiva OPENING #OO, organizada por la galería El Oficio. El ganador fue el propietario del número 115, Leandro Fonseca, quien no se encontraba presente. No obstante, Siré informó al afortunado por teléfono mientras el público asistente aplaudía y gritaba "¡A comerte la Manzana!".

Antes de la rifa, Otero Alcántara dijo DIARIO DE CUBA que los 250 números del sorteo se habían vendido.

"Estoy muy contento con esto, el lugar está lleno de gente. Casi todos vinieron", añadió el artista.

Maribel, fue una de las participantes en la rifa, compró tres números por valor de dos CUC cada uno. Trabaja como artesana y la idea del sorteo le pareció excelente.

"Me enteré de esta rifa por unos muchachos que pasaron por mi trabajo", dijo. "Me encantó la idea de que una persona común pueda darse el lujo, aunque sea de esta manera, de pasar una noche en un gran hotel. Y por solo dos CUC. Ojalá que se hiciera más seguido para que muchas personas tuvieran la oportunidad de pasar al menos una noche en ese lugar. Mis amigas también se embullaron y compraron".

Con un salario promedio de alrededor de 30 CUC sería prácticamente imposible que un cubano de a pie pudiera alojarse en el Hotel Manzana Kempinsky, donde una noche puede costar 500 CUC. Los números fueron vendidos en menos de una semana desde que se diera a conocer la iniciativa.

"Compré cuatro boletos", dijo Paula, una oficinista de 44 años. "Es bonito esto porque cualquiera puede ganárselo y por lo menos puedes soñar. Con mi salario, ni eso puedo hacer. Tengo mala suerte para estas cosas, pero sé que si yo no voy, otro puede disfrutarlo. También doy una salidita de la casa y mira, hoy visité una galería, que nunca había ido a ninguna".

Aunque no todos los asistentes al evento conocían o habían participado del sorteo, muchos se mostraron interesados en la iniciativa.

"Me parece muy bien esta idea", dijo una estudiante de cuarto año de Historia del Arte. "Parece jugar un poco con el carácter y la utilidad del arte. Es un intento de ir más allá de la galería, de mezclarse con la gente y darles un mensaje importante: Si nos unimos podemos lograr un sueño. Es una propuesta inteligente y, al menos desde mi punto de vista, bastante atrevida".

Otero Alcántara y Siré realizaron el sorteo desde lo alto de un andamio, con cubanos de todos los estratos sociales palmeando debajo. Acompañados de una ayudante escogida entre los asistentes sin boletos, sacaron el número 115 de Leandro Fonseca.

Otros dos números, 144 y 227, fueron premiados con una botella de vodka, cortesía de los artistas.

"No cogí ni para chicle, pero normal. Le tocó a otro. Que lo disfrute", dijo Daniel, un joven de 20 años, al salir del evento.

En una fecha aún por precisar, el ganador del sorteo será acompañado por los artistas al Hotel Manzana Kempinsky y allí harán efectiva la renta de la habitación.

Esta es la segunda obra de Otero Alcántara vinculada con el Manzana Kempinsky. La primera fue una performance en la que protestó por la retirada de un busto del líder comunista Julio Antonio Mella de la antigua Manzana de Gómez, donde hoy está el hotel propiedad del conglomerado militar GAESA y gestionado por la cadena de lujo Kempinski.

"Es el primer hotel cinco estrellas plus de Cuba", explicó el artista DIARIO DE CUBA la semana pasada, al ser preguntado sobre su decisión de utilizar otra vez el Manzana Kempinski como motivo. Añadió que "tenía una relación muy cercana con ese espacio" porque allí estaba la escuela en la que estudió. "Me gustaban los pasillos por donde deambulaba".

"Es como el gran símbolo del capitalismo entrando a La Habana. Toda esa ideología que tú me has metido a mí durante 50 años en la cabeza, de que hay que luchar por los pobres, y de momento me plantas un elefante blanco en el medio de La Habana Vieja con precios exorbitantes, metiéndomelo por la cara forzado, sin una explicación, sin una introducción, sin una vaselina, de qué está pasando", criticó.

"Es el gran símbolo que yo ataco ahora mismo, personalmente (…) está molesto un montón de gente", aseguró. "Yo soy un testigo de la gente".

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