"A veces dicen que es como la balada de un hundimiento", nos comenta el cineasta Carlos Machado Quintela (La Habana, 1984) sobre La Obra del Siglo, su segundo largometraje, ambientado en la Ciudad Nuclear de Cienfuegos, lugar que formó parte del proyecto soviético-cubano para construir el primer reactor nuclear del Caribe. Con este filme recibió el máximo galardón del Festival de Rotterdam en 2015.
Sobre esta película y su trabajo, DIARIO DE CUBA conversó con el director cubano durante su visita a nuestra redacción en Madrid.
Otras de las aristas que desarrolla el filme, según Quintela, es "como la familia se convierte en un campo de batalla". En este caso, se trata de una familia "especial" formada por tres hombres, personajes interpretados por Mario Balmaseda, Mario Guerra y Leonardo Gascón. Tres solitarios que representan tres generaciones de cubanos y su vínculo con la construcción de este proyecto, detenido tras la caída de la Unión Soviética.
Quintela explica que la idea de esta familia atípica nace de Abel Arcos, guionista del filme, y con quien el director trabajó en su primera ópera prima La piscina, la cual obtuvo, entre otros reconocimientos, el premio Decouverte de la crítica francesa y el premio Coup de Coeur en el Cinélatino de Toulouse, Francia, en 2013.
Faltaba el "paisaje" para desarrollar la historia de estos personajes, nos dice Quintela, y explica su descubrimiento de la Ciudad Nuclear de Cienfuegos y cómo la película "utiliza lo que pasó allí" para contar desde el punto de vista del cineasta cómo es Cuba.
El fracaso de la Ciudad Nuclear
"Es difícil perder la juventud en un proyecto colectivo", dice Quintela, que advierte que muchas de las historias reales de los habitantes de este sitio no están en la película porque algunos incluso "se han suicidado".
"Desde la oficialidad lo ven como otro tiempo; si le tienen que echar la culpa a los rusos, le echan la culpa a los rusos", indica el cineasta. "Realmente la culpa la tenemos nosotros, por el optimismo desmedido que había en esa época", afirma.
La acogida del público
"Siempre ha habido mucha gente que apoya la película y mucha gente a la que no le gusta", comenta el director sobre su exhibición en la Isla. "Es la única película que se ha hecho sobre lo que pasó allí" y "sirvió para visibilizar un pueblo que no existe en el mapa".
"La película hizo función de Google Earth", señala Quintela, e indica que el Castillo de Jagua y un pequeño pueblo de pescadores son visibles en los mapas de Google, pero la Ciudad Nuclear no, y algunos cubanos de otras provincias ni siquiera conocían de su existencia.
El filme también se proyectó en países de Europa del Este. "Por ejemplo, en Rusia había mucha nostalgia", indica. "Había mucha gente que incluso se sentía mal porque nos veían a nosotros como una provincia que abandonaron", señala.
"En Bielorrusia una mujer se levantó y me dijo: 'tú no quieres a tu país'", cuenta Quintela. "Pero yo no voy a dejar de querer a mi país por mostrar cosas con las que estoy inconforme", opina.
Quintela es guionista y director. Graduado de la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual del Instituto Superior de Arte (ISA) de La Habana y de guión en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV). Actualmente terminó otro filme: Los lobos del Este, realizado en Japón.