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Libros

'El cartel cubano llama dos veces' para pedir ayuda

El libro es un recopilatorio de carteles de cine cubano desde 1915 hasta nuestros días. Concebido por la especialista de la Cinemateca de Cuba Sara Vega Miche y editado por Ediciones La Palma, el proyecto necesita financiación para su publicación.

Madrid

Contar la historia del cine cubano a través de los carteles generados por sus películas es el propósito de El cartel cubano llama dos veces, un libro concebido por Sara Vega Miche, especialista de la Cinemateca de Cuba, y editado por Gilberto Padilla y su equipo de Colección G. en Ediciones La Palma.

El ejemplar es un recopilatorio con los mejores carteles de cine cubano desde 1915 hasta nuestros días, según indica la nota editorial.

Ediciones La Palma, asociada a la Cinemateca de Cuba y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), lleva a cabo la publicación de este trabajo, para el cual buscan apoyo.

A través de una campaña de crowdfunding los gestores del proyecto pretenden recaudar los ingresos necesarios para cubrir parte de la edición del libro, el cual reúne tanto las iniciales como las de las nuevas generaciones de diseñadores que han dado vida al cartel de cine cubano.

La introducción del volumen está a cargo del director de la Cinemateca, Luciano Castillo, con el texto "Los paraguas de La Habana", el cual antecede al ensayo de Sara Vega "El cartel cubano llama dos veces", para dar paso a la galería de carteles donde se mostrarán muchos de los más relevantes, organizados por décadas: 1960, 1970, 1980, 1990, 2000 y 2010.

"Hasta ahora, en los libros sobre el cartel cinematográfico cubano nunca la mirada se ha focalizado exclusivamente en los carteles realizados para la cinematografía nacional, aspecto novedoso de este proyecto", sugieren sus realizadores.

"El fondo digital de la Cinemateca de Cuba cuenta con más de 600 títulos de filmes cubanos y de coproducciones, de los cuales posee aproximadamente 520 imágenes. Hay muchos y muy buenos carteles de filmes cubanos que, al ser reproducidos en el libro propuesto, darían una validación en exclusiva, sin competir con los carteles realizados para filmes extranjeros, como ha ocurrido en otras publicaciones sobre el tema", indican.

Antes de la fundación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) en 1959, la inexistencia de una institución que preservara el cine nacional provocó que parte de la filmografía de esa primera mitad del siglo XX desapareciera definitivamente.

La controvertida política de "borrón y cuenta nueva" por parte de la dirección del ICAIC, obstinada en renegar de todo vestigio de cine prerevolucionario, contribuyó a que los escasos rollos de celuloide rescatados en las dispersas distribuidoras no recibieran el cuidado necesario. Ni siquiera la Cinemateca exhibía esos títulos en su programación; tampoco existió demasiado interés en conservar toda la información en torno a ellos. 

"Al tiempo de descubrir la inexistencia de lo que debía haber sido la colección completa de todos los carteles impresos desde sus tiempos fundacionales por el ICAIC —cuya cifra total es imposible de precisar—, Vega se percató de la necesidad impostergable de abordar una temática virgen, provocadora de exposiciones en diversas partes del mundo y de estudios por parte de importantes autores. Una de las pioneras fue la estadounidense Susan Sontag quien le consagró especial espacio en su libro The Art of Revolution", señalan.

Según la editorial, con las obras reproducidas en las páginas de este libro se reafirma la singularidad de la cartelística cubana donde el empleo de la serigrafía es su sello distintivo, resaltando también el uso de la tipografía, el collage, la fotografía, el dibujo expresionista y la técnica del "papel recortado".

Para apoyar el proyecto, visite crowdants.com.

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