Cuba 1959 es el libro que ha publicado este mes la editorial Reel Art Press, con imágenes inéditas del fotorreportero Burt Glinn, informa este jueves el diario Los Ángeles Times.
Se trata del resultado del viaje que el joven periodista hiciera a La Habana para captar los primeros momentos de la naciente revolución.
"El 31 de diciembre de 1958, el fotorreportero Burt Glinn estaba en una fiesta de Noche Vieja en el Upper West Side, de Manhattan, donde todos hablaban de la inminente caída del dictador Fulgencio Batista", señala el artículo. La idea de que el régimen de Batista pudiera caer en cualquier segundo, animó al joven Glinn a la acción. Pidió a sus compañeros en la fiesta cualquier cantidad de dinero que pudieran tener a mano, se fue a su casa a cambiarse el traje y tomó el primer vuelo que encontró hacia La Habana.
Durante diez días, Glinn fotografió el aeropuerto rodeado de tanques, a integrantes de las milicias revolucionarias (algunos de ellos en pijama) tomando La Habana, a los barbudos a su paso por Santa Clara, y a Fidel Castro durante uno de sus primeros discursos épicos. Capturó igualmente a individuos corrientes entre el pueblo, con miradas de alegría, miedo o desconcierto.
"Muchas fotografías de un evento especial son tomadas por alguien que pasa por el lugar en el momento del suceso, pero no son mágicas como otras fotografías", dice Tony Nourmand, editor jefe de Reel Art Press y coeditor del libro de Glinn.
"Pero el trabajo de Glinn es tan increíble. Es realmente moderno. Prácticamente puedes oler las calles. Y fue hecho todo a la carrera, desde el avión, corriendo en las calles, lo cual ofrece una visión general, pero con un sentido real de la composición", dice Nourmand.
Glinn, fotógrafo independiente de la prestigiosa agencia Magnum, falleció en 2008, pero dejó un formidable archivo. Durante su trayectoria profesional, hizo retratos de personajes como el dirigente soviético Nikita Jrushov o fotografías de países como Japón. Entre muchas imágenes que tomó a lo largo de su vida se encuentra un vasto compendio de su paso por Cuba, incluidas las de la revolución.
"Fuimos a visitar a su viuda, Elena Prohaska, y nos encontramos este ensayo fotográfico verdaderamente completo", señala Nourmand. "No creía lo que mis ojos veían. Y no podía creer que algunas de ellas no hubieran sido publicadas jamás".
"Estaba en una fiesta en Nueva York a las diez de la noche, dice Nourmand, y a la mañana siguiente está ya en La Habana, buscando a Fidel Castro, y esto no fue una tarea encomendada y que le pagarían. Glinn fue a Cuba por el sentido de curiosidad inherente a un fotorreportero".
El editor señala que Cuba 1959 no será el último libro de Glinn que se espera poder ver. "Tan amplio es el archivo del fotógrafo, que podría publicarse un libro por año", aseguró. Ahora mismo Nourmand está trabajando en The Beat Scene, otro título con material de Glinn que espera sea publicado en septiembre de 2016.