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Música

Blanca Varela, una Cecilia Valdés insuperable

La cantante lírica, con apariciones en los mejores shows de televisión y espectáculos creados para ella en Tropicana, celebrará muy pronto sus 88 años.

Miami

Cuando hace algunos años escuché por primera vez el cd de la zarzuela de Gonzalo Roig Cecilia Valdés cantada por Blanca Varela, el adjetivo que usé para describir la experiencia fue insuperable. Insuperable, en el sentido más estricto de la palabra. Y luego de escucharla varias veces llegué al convencimiento de que ninguna cantante había logrado antes una interpretación tan perfecta, y que no habría en el futuro otra voz capaz de igualarla.  Y mi admiración aumentó al saber que la grabación no había sido hecha en un estudio discográfico, sino que provenía de la banda sonora de un programa televisivo de 1961.

Fue en ese mismo año, último de sus actuaciones en Cuba antes de exiliarse en Estados Unidos, cuando en menos de seis meses Blanca Varela cantó seis zarzuelas en el programa "Viernes de Gala" de CMQ Televisión, bajo la dirección del maestro Roig: Cecilia Valdés, Luisa Fernanda, La Parranda, Los Claveles, Amalia Batista y Katiuska. Esta última no fue transmitida, ya que el censor de la emisora dijo que el texto contenía elementos contrarrevolucionarios.

Cecilia Valdés, La Parranda y Amalia Batista han sido transferidas a disco compacto. Lamentablemente, no se han podido recuperar de los archivos del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) Luisa Fernanda, Los Claveles ni Katiuska. Ni sus tres memorables interpretaciones de Cio-Cio-San, de Madama Butterfly, de Puccini: la primera, en el aria "Un bel di vedremo"; la segunda, en un dúo con Marta Pérez en el papel de Susuki; y la tercera, como protagonista de la ópera completa, con Armando Pico y Lalita Salazar.

Tampoco se han recuperado varias de las escenas de Lakmé, en un arreglo especial de la ópera de Delibes. Ni las arias de Carmen, de Bizet. Ni las de La Bohème, de Puccini. Ni selecciones de Il Trovatore, de Verdi. Todas cantadas por ella en diversos programas de la televisión cubana.

No quedaron grabadas sus actuaciones en Tropicana: Luisa Fernanda en chemise, Tambores sobre La Habana y Rhapsody in Blue, espectáculos que fueron concebidos especialmente para ella por Roderico Reyna (Rodney), el genial creador de los shows del famoso cabaret habanero.

Otras interpretaciones "insuperables" de la Varela son la romanza y el dúo de Amalia Batista, de Rodrigo Prats, con Armando Pico (Cuba, CMQ Televisión, 1961); y selecciones de la ópera Marina, de Emilio Arrieta, con Rubén Domínguez(Miami, Sociedad Pro Arte Grateli, 1972); que sí fueron reproducidas en cd.

Cuando una vez le pregunté a Blanca la razón por la que con esa voz privilegiada no se había dedicado por entero a la ópera me contestó: "Porque hubiera requerido mucho tiempo y mi prioridad fue siempre mi hogar".

Blanca Varela en persona

Blanca Varela nació el 6 de abril de 1927 en Camagüey. A los nueve años comenzó a estudiar piano. Su profesora, Lila Noriega, notó que Blanca tenía una excepcional voz de soprano y le enseñó las canciones "Escucha al ruiseñor" y "Canto indio", de Ernesto Lecuona. Desde entonces la joven no cantaría más tangos ni las canciones de Libertad Lamarque que habían sido las favoritas de su adolescencia. Su madre le compra partituras de Lucia de Lammermoor, de Donizetti, y La Traviata, de Verdi. Deanna Durbin y Lily Pons se convirtieron entonces en sus nuevos ídolos.

Después de ganar un concurso de canto en Camagüey, sus padres la llevan a La Habana para que se presente en el famoso programa de CMQ "La Corte Suprema del Arte", donde su interpretación de "Escucha al ruiseñor" obtuvo el segundo lugar, a pesar de que los otros concursantes y el público opinaron que Blanca era la ganadora. (Le otorgaron el primer premio a un trío de cantantes de música popular.)

Durante su breve estadía en la capital, Blanca participó en el programa de CMQ "Cadena Crusellas", conducido por Arturo Artalejo, donde cantó la romanza de María la O, de Ernesto Lecuona, interpretación que le ganó el reconocimiento de los críticos. Y después de estas actuaciones regresa a su ciudad natal.

Cuando, de gira por la Isla,  "El Vodevil de Mario Martínez Casado" se presentó en Camagüey, Blanca fue invitada a participar en el espectáculo con la difícil aria de Lucia de Lammermoor y la romanza de María La O. En medio de los aplausos, Mario Martínez Casado, impresionado por la calidad de su voz, la contrata como estrella invitada del vodevil, y con esa compañía se presenta exitosamente en La Habana, Puerto Rico, Venezuela, República Dominicana y Haití.

Desde los inicios de la televisión en Cuba, Blanca Varela, ya radicada en la capital, aparece con frecuencia en prestigiosos programas televisivos como "El Cabaret Regalías", "El Álbum Phillips", "Jueves de Partagás", "El Bar Melódico de Osvaldo Farrés" y otros. En ellos comparte escenarios con los intérpretes más destacados del arte lírico: Armando Pico, Miguel de Grandy, Manolo Álvarez Mera, Panchito Naya, José LeMatt, Ramón Calzadilla, Marta Pérez, Ana Julia, Esther Borja y Ana Margarita Martínez Casado, entre otros.

En 1961, en pleno auge de su carrera, decide abandonar Cuba. Pero en el momento de abordar el avión, a su esposo, el doctor Antonio Calzado, por una de esas inhumanas arbitrariedades de los regímenes comunistas, le prohíben viajar. Varios meses después, cuando él logra al fin salir del país, se radica con su familia en la ciudad de Detroit, donde había sido contratado como médico en un hospital. Blanca se retira entonces temporalmente de los escenarios para dedicarse a su hogar y a la crianza de su recién nacido hijo Ernesto.

Cinco años más tarde, cuando se mudan a Miami, Blanca se incorpora a la Sociedad Pro Arte Grateli, organización artística fundada por Pili de la Rosa, Demetrio Menéndez, Miguel de Grandy hijo, y Marta Pérez.

Durante las próximas dos décadas, Blanca Varela será la protagonista ideal de las más importantes obras del repertorio lírico internacional. Además, participa como estrella invitada en compañías de variedades y en los espectáculos organizados por Mara y Orlando, Blanquita Amaro, Rosendo Rosell y Leopoldo Fernández; y en conciertos en ciudades de Estados Unidos y del extranjero. Blanca Varela cantó con la orquesta sinfónica de Chicago en el Chicago Lyric Opera House, y actuó en el Town Hall de Nueva York y otros importantes teatros de Estados Unidos. Y fue de nuevo aclamada en giras internacionales.

En 1987 se retira, y desde entonces se dedica a cantar exclusivamente en los cultos de su iglesia.

En diciembre de 2002 volvió brevemente al escenario del Dade County Auditorium, de Miami, para participar en un homenaje a su amiga Marta Pérez. En esa ocasión interpretó la canción "Gracias Señor", de Mercy Ferrer.

Actualmente, Blanca Varela reside en Coral Gables, Florida, rodeada del cariño de sus tres hijos, Blanca, Luis y Ernesto, y de sus nietos, bisnietos, tataranietos, su hermano Fernando y varios sobrinos.

José Taín Alfonso, creador del blog Vivalavoz, ha considerado: "La voz de Blanca Varela posee una calidad natural, desde el registro más bajo de una mezzosoprano hasta los altísimos de una soprano de coloratura. Una perfecta soprano lírico spinto con mucho alcance en ambos extremos de su tesitura. A esa voz pura y pareja hay que añadirle una musicalidad sin paralelos, agilidad para atacar las complicadas coloraturas y roulades del repertorio del bel canto y una proyección que le permite ser escuchada en los más amplios recintos".

Agrega Taín Alfonso: "Reconocida como  una verdadera excepción en cuanto a la claridad de su dicción, puede matizar y conseguir un diáfano y melódico fraseo para deleite de compositores, directores musicales y público.  Se dice que nunca se le ha oído respirar, por su excelente control del diafragma, lo que le permite manejar el tan difícil, pero necesario legato, la messa di voce, los pianissimi".

Y concluye: "A todos esos atributos musicales se suma un extraordinario talento dramático capaz de expresar las más variadas emociones y matices de los complejos personajes operísticos y de la zarzuela".

 


Agradezco la ayuda de Blanca Varela y a José Taín Alfonso para compilar estos datos, y agradezco también a este último el disco de Cecilia Valdés al que hago alusión al comienzo de este artículo.

Aquellos interesados en adquirir los cd de las zarzuelas Cecilia Valdés (Ernesto Lecuona), Amalia Batista (Rodrigo Prats) y La Parranda (F. Alonso), todas ellas en en la voz de Blanca Varela, así como grabaciones de sus actuaciones en Cuba y EEUU entre 1950 y 1985, pueden hacerlo a través del teléfono (305) 446-7098 o llamando al Museo del Disco de Miami (1301 SW 70 Ave.): (305) 267-5511.

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