Ya está en circulación el número 19 de Voces, impreso y digital, la revista que Orlando Luis Pardo Lazo, Yoani Sánchez y Reinaldo Escobar echaran a andar en agosto de 2010, como espacio de resistencia cívica, artística y literaria.
Editada y diseñada esta vez por la escritora y periodista María Matienzo, Voces entra en una segunda etapa, con novedades como recetas de cocina, y mayor énfasis en lo artístico y lo literario.
Si bien el dossier "La democracia en Cuba", según algunos, es para guardar, por la alucinante fuerza fabuladora de lo que será "el día después" del castrismo —Yoani Sánchez, José García Barrenechea, Camilo Ernesto Olivera, Antonio Chaguaceda, Aleaga Pesant—, el Especial sobre Miguel Collazo —Ihoeldis M. Rodríguez, Jorge Enrique Lage, Antonio José Ponte y Michel Encinosa Fú— es de lo mejor que hemos podido leer en años sobre este emblemático autor del género de ciencia ficción en la Isla. Poeta que clasifica entre "los raros", Collazo sigue siendo poco estudiado, enigmático misterio que nos acompaña. Esos textos merecen una separata.
Entre otros a destacar están el de Kamila Penedo, un atinado análisis de la música punk en Cuba —Porno para Ricardo incluido, con la canción No había nadie, de su más reciente fonograma—; Alfredo Fernández y su discreto, oportuno homenaje a los 50 años cumplidos de la publicación de Rayuela, de Julio Cortázar; otro homenaje mayor, de emotividad biográfica, dedicado al centenario de Regino Boti, poeta fundador, por su nieto Regino G. Rodríguez Boti; un fragmento de la novela Nosotras las durmientes, de Lía Villares, escritura experimental-testimonial-onírica y ostentosa de abulia existencial en un entorno maldito que pone en circulación a Carpius, personaje que dará de hablar. Está Yania Suárez y un artículo sobre la nula voluntad política alrededor de la petición de internet para todos, algo "inmune a la transición". A dos páginas, la letra del tema de hip hop Patriota, de Soandry, de Hermanos de Causa. Las Memorias de 100 y Aldabó, de Andy Villa, cierra la serie con su cuarto capítulo.
La revista, sin machón por criterio editorial, da crédito no obstante a ilustradores y fotógrafos. Así, los grafismos del pintor Luis Trápaga y los dibujos de entes insoportables iluminan muchos textos, tal como las fotos de Silvita, Lía y Nonardo.
Con Orlando
"Cuando salí hacia Estados Unidos, en marzo de este año, dejé 17 números publicados. Ya seré de por vida el editor fundador de Voces, junto a Yoani Sánchez y Reinaldo Escobar. Pero ahora solo soy un colaborador que intenta promocionar fuertemente el proyecto, aprovechando las ventajas de la internet libre en el mundo y recaudar artículos para enviarles. El diseñador Rolando Pulido, desde Nueva York, hizo varias carátulas y contracarátulas, y su papel en Voces fue también fundamental."
Con María
Escritora, free lance, periodista y corresponsal de DIARIO DE CUBA, María Matienzo accede amable al abordaje para esta reseña, no sin señalar lo inusual: "siempre soy yo la que entrevisto".
¿Cómo llegas a 'Voces'?
Es un proyecto que vengo siguiendo desde sus inicios. Conozco a Orlando, somos de la misma generación y pensamiento, por lo que asumí sin dificultades Voces, ahora que Landy está inmerso en la divulgación de la Generación Cero en los Estados Unidos, entre otros trabajos como escritor.
¿Es verdad que haces tú sola la revista?
Sí, con una correctora: edito, diseño, decido que autores voy a publicar, en que orden..., ejerzo control soberano, en una experiencia única, inédita para mí, sobre todo en el diseño, que disfruto más que la escritura, pues no había tenido oportunidad antes de trabajar con la imagen, la visualidad. Voy armando cada número como obra total, armónica en su conjunto.
Estás cambiando la estética…
Sí, habrás observado que el dossier, que es política, va al final. Estoy cambiando desde la perspectiva de las artes plásticas, la literatura, promociono espacios independientes como Riera Estudio y Guamá en el número anterior y Artículo 53, documental de Diddier Santos y Michel Matos, en este. Eso despliega un discurso más inclusivo, menos de barricada, espacio para expresarse, dialogar con otras personas, espacio de interacción.
¿ Y los planes de la escritora?
Tengo una novela juvenil terminada, un diario más bien, a la que estoy buscándole editorial. Una investigación ya concluida sobre la orquesta de los Hermanos Castro, varios cuentos antologados… Y una novela a medio camino, Muñecas, de mayor aliento, que terminaré cuando mi actividad periodística me lo permita. Porque de eso se trata: trabajar para vivir. ¿O no?