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Música

'La Lupe no usó drogas ni se quitó la ropa en televisión'

El boricua Juan Moreno Velázquez, biógrafo de Lupe Yoli, habla sobre la cantante a raíz del vigésimo aniversario de su muerte.

Madrid

El 28 de febrero de 1992, hace 20 años, La Lupe moría en el hospital Lincoln, del Bronx neoyorkino. Fue el fin de un largo recorrido que se inició en los clubes de La Habana, continuó con su expulsión de Cuba en 1962 y pasó en Estados Unidos por el incendio de su hogar, la invalidez de su cuerpo, la muerte de su esposo y la pérdida de la fama, después de haber sido considerada "reina de la música latina".

Juan Moreno Velázquez, autor de Desmitificación de una diva: La verdad sobre La Lupe (Norma, 2003), valora algunas de sus facetas.

Se dicen muchas cosas sobre la vida de La Lupe. Comencemos hablando de alguna de la que se hable poco y que usted haya descubierto en sus investigaciones....

Su nombre es Lupe Victoria Yolí Raymond, no Guadalupe Victoria, como dicen muchos. Su madre era fanática de la actriz mexicana Lupe Vélez, y le dio ese nombre. También, el padre de su hija Rainbow no es Willie García, como dicen muchos, sino Mario Di Frisco (Mario Changó), un conguero santero que Lupe conoció en Nueva York por medio de un babalawo. La última ocasión que le vi, hace algunos años, Di Frisco se había convertido al cristianismo y trabajaba con drogadictos en Puerto Rico.

A propósito, usted insiste en su libro en que La Lupe no consumía drogas. ¿Qué dicen unos y otros sobre este tema?

La Lupe era un acto sensacional, y los actos sensacionales necesitan de una explicación también sensacional. Yo siempre pensé, al igual que decía el mito, que Lupe era una consumidora de heroína, pero a través de múltiples personas que verdaderamente la conocieron, como Tito Puente, Mongo Santamaría, Ismael Miranda, Mario Di Frisco y amigos de mucho tiempo, una imagen diferente afloró sobre la diva cubana.

Estoy plenamente convencido de que La Lupe no era consumidora de drogas, y más bien sufría de un espiritualismo desenfrenado. Todavía hoy son muchos los que dicen y cuentan historias, pero a la hora de la verdad nadie me ha confirmado que la vio consumiendo drogas, o que compartió el uso de drogas con ella.

También desmiente que se quitara la ropa ante las cámaras de la televisión. ¿De dónde y por qué nacieron estas historias?

Lupe fue tal vez la primera artista en cambiarse el vestuario durante una presentación, pero era una mujer educada y, aunque alocada en su actuación, eso de quitarse la ropa no era verdad.                                                                                                                                   

Lo que sí ocurrió fue que en un viaje a la República Dominicana, para ayudar a los damnificados del huracán George, que reunió a un grupo de artistas residentes en Nueva York, a La Lupe se le rompió un cintillo de su vestido y se le salió un seno durante su presentación. La Lupe, sin darse cuenta del problema de vestuario, continuó cantando frente a las cámaras. Era una presentación vista por millones de televidentes, y de ese incidente surge este mito.

En su opinión, ¿qué hizo que Celia Cruz lograra imponerse durante décadas en el mercado latino, mientras que La Lupe murió prácticamente fuera del sistema?

Claramente hubo dos sucesos y tres situaciones: uno fue su lealtad hacia Morris Levi, dueño del sello Tico, que la hizo rechazar en dos ocasiones a Jerry Masucci, presidente del sello Fania. Ese rechazo le costó caro cuando le tocó su turno en la Fania.

En segundo lugar, cuando Lupe estaba encinta de su hija Rainbow, decidió tomar un receso de la vida artística para ser madre a tiempo completo. Eso ocurrió en el peor momento, ya que Celia aprovechó su oportunidad con la Fania mientras Lupe estaba en su rol maternal. Fue costoso para ella darse cuenta de que en el mercado musical latino solo había cabida para una reina, y la reina de la canción latina fue suplantada rápidamente por la reina de la salsa. Un fenómeno que describo como "Dos reinas, un trono".
 Finalmente, el carácter de Celia, profesional, alegre y apacible, fue más a tono con el momento histórico que el de Lupe, que era controversial y agresiva en su trato.

Artísticamente hablando, ¿cuál fue su mejor etapa?

Indudablemente, el final de la década del sesenta fue la etapa donde Lupe dominó el mercado musical. Esa era podría describirse como "Arroz, habichuelas y Qué te pedí".

Lupe estaba en su total apogeo, y recuerdo que su cancionero dominaba todas las estaciones de radio en mi natal Puerto Rico. Yo era un niño, y recuerdo que cambiar de estación a estación era pasar de un tema de Lupe a otro.

¿Hasta qué punto su religiosidad fue positiva o negativa para su desarrollo como artista?

Todos los seres humanos pasan por una serie de cambios durante sus vidas, y Lupe no fue la excepción. Está claro que su transición religiosa la sacó de su dependencia a los babalawos, que abusaron mucho de ella en aquellos tiempos, especialmente en lo económico. Pero muchos piensan que la religión la salvó del vicio de las drogas, y la verdad es que la droga nunca fue un problema.

Su espiritualidad desmedida, y los abusos de los babalawos y algunos santeros, era verdaderamente su problema.

¿Cómo califica el modo en que Cuba y los cubanos se han relacionado con la figura de La Lupe en los últimos 50 años?

Verdaderamente, no estoy empapado sobre cómo el legado de Lupe sobrevivió su época en el club La Red, en Cuba. Está claro que ese fue un tiempo donde ella no favorecía a la revolución cubana, y abiertamente criticaba a Fidel Castro. Se dice mucho, pero no es concreto. Sin embargo, Lupe siempre vendió más que Celia, incluso cuando ya había fallecido. La fascinación de algunos con La Lupe trascendió el tiempo.

Ahora bien, Celia es la persona de nacionalidad cubana más conocida en el mundo, luego de Fidel Castro, y el exilio se identificó claramente con ella, al igual que ella con el exilio. Cada una a su manera, ambas encontraron un nicho dentro de la comunidad cubana que ampliamente trascendió sus carreras y sus vidas.
 Es indudable que estas dos damas de la canción cubana son grandes en talento y expresión. Por cierto, a Celia Cruz la conocí bien, porque escribí un libro sobre ella. Siempre consideré que Lupe y Celia eran las dos caras de una misma moneda musical.

¿Qué ha sido de la familia de La Lupe en EE UU y Cuba?

Sus hijos Rainbow y René viven en Nueva York. Su madre regresó a Cuba. Su padre fue un ejecutivo de Bacardí y un cotizado receptor en el béisbol cubano, de nombre Tirso Yolí.

Usted primero editó un libro y ahora prepara la película. ¿Ya tiene actriz? Es muy difícil representar a La Lupe, ¿no?

Escribí el libro Desmitificación de una diva: La verdad sobre La Lupey fue publicado por la editorial Norma. Los derechos filmográficos los adquirió La Lupe Productions, una compañía de la actriz boricua Lauren Vélez. Está claro que La Lupe es inimitable. Me parece que el éxito de cualquier trabajo sobre esta increíble artista ha de basarse en presentar su esencia humana, mucho más que en imitar su estilo y su voz.

La vida de La Lupe, a pesar de su alocado estilo durante un período, guarda un profundo mensaje de desarrollo humano y de crecimiento espiritual. Lupe fue un ser humano generoso y súper talentoso, y la historia de su vida debe presentar a cabalidad ambas facetas, para verdaderamente ser exitosa.

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