El cuerpo sin vida del niño desaparecido el lunes último, después que fuera engullido por un desagüe sin tapar en La Habana, en medio de fuertes inundaciones, fue encontrado el martes 25 de febrero, informó el Gobierno de la capital cubana.
De acuerdo con una escueta nota, el fallecido en el incidente se nombra Jonathan Oliva, de 13 años, "residente en calle Fábrica, entre Herrera y Santa Felicia, de la barriada de Luyanó, Diez de octubre".
"Desde el lunes, fuerzas del Cuerpo de Bomberos de Cuba, Rescate y Salvamento, la Policía, Recursos Hidráulicos y las autoridades de la capital iniciaron su búsqueda, tras ser succionado durante las inundaciones", indicó la nota.
Si bien los reportes de la prensa oficial han hecho énfasis en el interés de las autoridades por las labores de rescate, ninguno ha hecho referencia al peligro que supone la existencia de desagües sin tapa en zonas céntricas de la ciudad ni al deficiente drenaje que facilita las inundaciones.
El menor fue reportado como desaparecido el lunes, luego de que cayera por un tragante abierto, en medio de las inundaciones que dejaron en zonas de la ciudad capital de Cuba las intensas lluvias de las últimas horas, relacionadas con la vaguada de un frente frío.
Según la versión oficial, el niño, "que transitaba solo por esa zona inundada tras las fuertes lluvias, sin acompañamiento de algún mayor y contrario a las avisos emitidos durante la jornada y en días previos por la Defensa Civil y el Instituto de Meteorología, no se percató de la presencia de una alcantarilla, que con la fuerza del agua lo succionó".
En las redes sociales circularon fotos y videos de las fuertes precipitaciones que se produjeron en la Isla en las últimas horas, así como de inundaciones en zonas bajas de La Habana, una situación que se ha vuelto común en los últimos años durante lluvias fuertes e intensas en breves periodos de tiempo.
En Cuba todo es al revés; un inocente niño que no hizo mal a nadie muere en un accidente provocado por el descuido de un régimen que solo se ocupa de robar a manos llenas sin dar un mínimo de mantenimiento a las necedidades del pueblo, y un hijoputa asesino de 94 años sigue vivo y coleando. Raúl Castro, ¿cuándo piensas morirte, hijo de la gran puta?, decídete ya.
Pobre infeliz.
Recuerdo un hecho similar en el municipio Boyeros, hace años ya. Lo complicado del rescate del cuerpo fue tal que tardaron días. Pensé que después de semejante tragedia los problemas con tragantes destapados se iban a resolver de una vez por todas. Pero en Cuba todas las desgracias repiten.
Un gobierno de mierda en un pais de mierda que es incapaz de evitar tragedias como estas.
Que descanse en paz ese nino y que Dios de fuerzas a su familia.