Independientemente del poder adquisitivo de cada familia para poder comprar juguetes, la tradición de los Reyes Magos y la ilusión que creaba en los niños, se perdió con la eliminación de las navidades en el año 1968, aunque ya venía resquebrajando con anterioridad por el ateísmo que trataba de imponer el régimen. Algunas familias, sobre todo las más católicas y cristianas, trataron de mantener la tradición con muchas dificultades, incluso muchos años después algunos como mi esposa y yo en la década de los ochenta que nacieron nuestros hijos la mantuvimos poniendo en el arbolito, aunque fueran los pocos juguetes baratos y escasos que se podían encontrar entonces y hasta completando con lápices de colores, libros para colorear o cualquier otra cosa. Creo que en nuestro caso imperaba más la rebeldía que la propia fe cristiana.
Independientemente del poder adquisitivo de cada familia para poder comprar juguetes, la tradición de los Reyes Magos y la ilusión que creaba en los niños, se perdió con la eliminación de las navidades en el año 1968, aunque ya venía resquebrajando con anterioridad por el ateísmo que trataba de imponer el régimen. Algunas familias, sobre todo las más católicas y cristianas, trataron de mantener la tradición con muchas dificultades, incluso muchos años después algunos como mi esposa y yo en la década de los ochenta que nacieron nuestros hijos la mantuvimos poniendo en el arbolito, aunque fueran los pocos juguetes baratos y escasos que se podían encontrar entonces y hasta completando con lápices de colores, libros para colorear o cualquier otra cosa. Creo que en nuestro caso imperaba más la rebeldía que la propia fe cristiana.