Hace unos días, el pasado día 25 de noviembre, el periódico Granma incluyó un suplemento dedicado al exgobernante Fidel Castro, al cumplirse en esa fecha el octavo aniversario de su muerte. Y, para sorpresa de los lectores de ese diario, uno de los artículos del suplemento venía firmado por Hassan Pérez Casabona, un nombre que tal vez no signifique mucho para la más joven generación, pero que inmediatamente desató los recuerdos de los cubanos que vivimos los tiempos de la denominada Batalla de Ideas, entre finales de los años 90 y principios de la actual centuria.
En aquella época Hassan era simplemente un dirigente estudiantil, pero al apoderarse de la tribuna en uno de aquellos actos de masas, se convirtió en un pintoresco personaje que no podía pasar inadvertido. Lo importante no era lo que decía, que era más o menos lo que expresaba todo el mundo en aquellos mítines. O sea, loas a la revolución y críticas al imperialismo yanqui. Lo llamativo de Hassan era esa especie de seguidilla con que matizaba sus discursos. Podía estar 15 o 20 minutos hablando sin parar, sin pausa alguna, dando la impresión de que apenas respiraba, mientras que las venas de su cuello parecían reventarse.
Sin embargo, a Raúl Castro pareció no entusiasmarle mucho esa especie de diarrea verbal del joven Hassan, quien gradualmente fue desapareciendo de la escena nacional cuando el segundo de los Castro se hizo con el poder absoluto. Para la opinión pública nacional, Hassan seguía más o menos el mismo camino de otros defenestrados de la época, como Roberto Robaina, Carlos Lage, Felipe Pérez Roque y Carlos Valenciaga, entre otros.
Mas, al parecer, Pérez Casabona tuvo mejor suerte que sus compañeros de desgracia. Se pudo graduar de Ciencias Históricas en la Universidad de La Habana, alcanzar una maestría y convertirse en profesor auxiliar del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos del alto centro docente habanero. Pero no paró ahí, ya que impartió conferencias en varios países, siempre apoyando firmemente al régimen cubano, y hasta se dice que estuvo muy cerca de Evo Morales durante el Gobierno del indio aimara.
Todo sin que la prensa oficialista cubana dijera ni media palabra de las actividades de Hassan, ni se mencionara más su nombre. Para el gran público cubano, el del diario Granma y otros medios por el estilo, Hassan ya pertenecía a un pasado que no tenía regreso.
Porque en esta sociedad cerrada y totalitaria, cuando un dirigente cae en desgracia, nadie puede ni mencionar su nombre. Ahí tienen los casos de Tania Crombet y Agustín Lage, esposa de Felipe Pérez Roque y hermano de Carlos Lage, respectivamente. Ellos son científicos prestigiosos reconocidos por la cúpula gobernante, que salen en la televisión y viajan al exterior en representación de la ciencia cubana, pero tienen terminantemente prohibido hablar de sus familiares tronados.
Por otra parte, cuando en la radio, la televisión o la prensa escrita se habla de la proclama con la que Fidel Castro anunció su salida del poder, y el traspaso del mando a su hermano Raúl, ningún locutor osa mencionar el nombre de la persona que leyó la proclama. Es como si la proclama se hubiese leído sola, y no lo hubiese hecho Carlos Valenciaga, condenado por Raúl Castro a la condición de oscuro bibliotecario en la Sala Cubana de la Biblioteca Nacional José Martí.
En el suplemento de Granma que comentamos, Hassan Pérez Casabona, como es lógico imaginar, se deshace en elogios hacia la figura de Fidel Castro. Llega a expresar que "como síntesis de lo mejor de nuestra cultura, renace cada mañana, y con él renacemos quienes creemos en la utilidad de la virtud y el mejoramiento humano".
Claro, de alguna manera Hassan tiene que agradecerle al mayor de los Castro el haber permitido que su rimbombante y casi cantinflesco discurso se hiciese público. Vamos a ver si escribe o dice algo similar sobre Castro II cuando las cenizas de este sean colocadas junto a las de Vilma Espín en el mausoleo del santiaguero Segundo Frente.
El socialismo lo bueno que tiene es que centrifuga a todos los que no pertenecen al cartel, sin importar el servilimo que hayan demostrado.
Asi que este eunuco robotizado y olvidado, aunque los amos le hayan permitido graduarse de la universidad y dar algunos viajecitos, tambien sera centrifugado en la miseria por la que han transitado miles de otros tan o mas incondicionales que el.
¡Pordiós! qué personajito.
Un comem.....arribista defenestrado cantando loas a sus amos como un buen perro guardián de un gallinero con las aves ausentes y en fuga en su mayoría.Solo se mantienen unos pollos jóvenes famélicos y algunos gallos y gallinas viejos que aún recuerdan cuando los alimentaban con piensos soviéticos ,ahora comen su propia m.....
A este testaferro lo sacan de entre los basureros de La Habana para que tome un poco de sol y comience a verter un poco de la mierda que tiene en su fosa que el llama cerebro, porque venir a hablar bien a esta altura del Gran Hijo de Puta que destruyo a Cuba es como no ver la miseria y la hambruna generalizada que tiene Cuba producto de esa ideología fallida que se llama socialismo implantada por el Hijo de Puta y Asesino que se llamo Fidel Castro