El régimen de Cuba se opuso en las Naciones Unidas (ONU) a una resolución para conmemorar el genocidio que tuvo lugar en Srebrenica, Serbia, el 11 de julio de 1995. Ese día, más de 8.000 varones boniomusulmanes fueron asesinados por las tropas serbobosnias.
La resolución para declarar el "Día Mundial por el genocidio en Srebrenica" fue sometida a votación en la sede de la ONU de Nueva York el 23 de mayo. Fue aprobada por mayoría simple con 84 votos a favor, 19 en contra y 68 abstenciones.
Como muestra la votación publicada por Radio Televisión Serbia, además del régimen de Cuba se opusieron a la resolución las representaciones de Rusia, Hungría, Belarús, China, las Islas Comoras, Antigua, Siria, Congo, Eritrea, Esuatini, Granada, Malí, Nauru, Nicaragua, República Dominicana, Santo Tomé y Príncipe y Serbia, única nación de la extinta Yugoslavia que votó en contra.
El presidente de ese país, Aleksandar Vucic, criticó el texto, argumentando que lejos de acercar la reconciliación entre bosnios musulmanes y serbobosnios en Bosnia, "abrirá la caja de Pandora" y propiciará "una división y una crisis regional en los Balcanes" y calificó la resolución de "politizada".
El presidente de la República Srpska —que no cuenta con reconocimiento internacional y representa el 49 % del territorio de Bosnia, y es además donde se encuentra Srebrenica— el prorruso Milorad Dodik, había anunciado días antes que, si se adoptaba la resolución, proclamaría la independencia de este territorio y su adhesión a la propia Serbia, según lo citó la agencia española EFE.
En junio de 2023, Miguel Díaz-Canel viajó a Serbia, donde las delegaciones de los dos países firmaron un acuerdo sobre el levantamiento del régimen de visados para personas con pasaportes diplomáticos y un memorándum de entendimiento para intensificar la cooperación en materia agrícola.
Tras la visita oficial, el gobernante cubano se deshizo en elogios con las autoridades serbias y se mostró muy optimista por el futuro de las relaciones bilaterales.
La resolución votada en la ONU sobre el genocidio de Srebrenica fue impulsada por Alemania y Ruanda. Entre sus patrocinadores estuvieron Estados Unidos, Reino Unido y la mayoría de los estados que integran la Unión Europea.
Entre los estados que se abstuvieron aparecen Angola, Argelia, Argentina, Armenia, Bahamas, Bahrein, Barbados, Brasil, Burundi, Etiopía, Grecia, Guatemala, Guinea, Haití, Honduras, México, Emiratos Árabes y Vietnam.
Entre los estados que votaron a favor aparece Irán, alineado con el régimen de Cuba en otras votaciones. Figuran, además, Albania, Andorra, Australia, Austria, Bélgica, Bangladesh, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Croacia, Dinamarca, Ecuador, Egipto, El Salvador, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Indonesia, Irak, Italia, Jordania, Japón, Montenegro, Países Bajos, Nueva Zelanda, Macedonia del Norte, Noruega, Pakistán, Polonia, Portugal, Qatar, Corea del Sur, Rumania, Ruanda, San Marino, Moldavia, Arabia Saudita, Eslovenia, Sudáfrica, Ucrania y Suecia, entre otros.
En 1998, el general serbio Radislav Krstic fue acusado de crímenes de guerra por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, por la masacre de Srebrenica. En la sentencia dictada contra él, tres años después, el Tribunal calificó lo ocurrido en ese territorio como genocidio. La Corte Penal Internacional ratificó esa calificación en 2007.
Hasta el momento, 6.751 víctimas han sido enterradas en el Memorial de Srebrenica, ubicado al sur de esa ciudad, en Potocari. A día de hoy, continúa la búsqueda de restos.
