La emigración está alterando el funcionamiento de la familia cubana, reconoce un estudio de la Universidad de Oriente

Un proyecto de investigación sobre migración, promovido por el Departamento de Psicología de la Facultad de Sociología de la Universidad de Oriente, pretende ahondar en los efectos de un fenómeno que es, cada vez más, uno de los puntos cardinales de la sociedad cubana. Según el periódico provincial de Santiago de Cuba, Sierra Maestra, el estudio ha demostrado, luego de una dinámica psicológica de los cinco deseos, aplicada a grupos infantiles, que el centro de sus respuestas fue "salir del país".

La Dr.C. Raida Margarita Dusu Contreras, quien está al frente del proyecto, precisó al referido medio de prensa: "Identificamos los efectos en el grupo familiar, desde diferentes perspectivas, ya que no solo tiene que ver con la ausencia de sus miembros, sino en afectaciones en las dinámicas y estructura de la familia; el cómo a partir de esa ausencia empiezan a cambiar los roles".

"Los padres siempre fueron proveedores aun siendo nosotros adultos; hoy los jóvenes asumen ese papel para ayudar, devengando el poder económico y el poder en general. La identidad (grupal y cultural), así como el funcionamiento y ciclo de vida en el seno de la célula básica de la sociedad cubana, se están alterando", explicó.

Subrayó, asimismo, que "en la universidad se observa este impacto en el segmento juvenil, que es el principal grupo migrante, el cual modifica proyectos de vida, ve la incidencia en sus relaciones de amistad y de pareja; se transforman los modos en que se enfrentan las tareas de desarrollo en determinadas etapas de la vida. Por ejemplo, en el período escolar el principal objetivo debe ser estudiar, en la adolescencia construir la identidad y en el juvenil erigir proyectos de vida".

"Hoy hablamos de familias transnacionales, dispersas, cuyos vínculos afectivos, incluidas las maneras de sexualidad, han sido modificados por la distancia. Cuando uno no cumple con una tarea del desarrollo se dificulta el ciclo vital y los proyectos de vida no se determinan porque el afán de emigrar no da espacio a esto", acotó la especialista.

"De ahí que surgen la depresión, ya observable en niños y su familia, la ansiedad y las riñas con las personas que quedan aquí o con quienes salieron del país. Esto se debe a que en ocasiones no se cumplen las expectativas en el tiempo esperado", dijo Sierra Maestra, refiriéndose a palabras de Dusu Contreras.

Por su parte, el M.Sc. Rodolfo Hernández Despaigne, coordinador del Observatorio Demográfico de Santiago de Cuba, precisó que "la nación se caracteriza por un incremento de las migraciones de mujeres en edades jóvenes y fértiles, la disminución de las tasas de fecundidad y cambios en las estructuras por edades de la población, con un aumento de los mayores de 60 años, lo que representa un envejecimiento demográfico".

Dijo, además, que las principales tendencias de las dinámicas demográficas en la provincia son similares a las del resto del país: "envejecimiento de la población, baja fecundidad (alta fecundidad adolescente), altas tasas de emigración, por lo que el saldo migratorio deviene en negativo". "En cuanto al comportamiento de los índices de mortalidad hay una tendencia al incremento, y se observa la disminución de las tasas de actividad económica (sobre todo en cuanto a la actividad laboral remunerada para las mujeres), con pérdidas de fuerza calificada", agregó.

El medio provincial, luego de hacer un amplio repaso por el estudio de la Facultad de Sociología de la Universidad de Oriente, instó a las autoridades a "preocuparse y ocuparse de esta realidad", algo que permitiría "trazar alternativas de actuación, tanto en materia de políticas públicas como socioeconómicas, orientadas a las necesidades y motivaciones de las personas, para que puedan pensar en un futuro aquí. Preservar en la medida de lo posible el bienestar y la salud de la población y la sociedad es un objetivo imprescindible, de lo contrario las consecuencias y soluciones pudieran ser más difíciles".