Un primer grupo de 49 cubanos de los más de 250 varados en Haití tras casi dos meses retornó a la Isla, en la tarde de este viernes, por el Aeropuerto Internacional Ignacio Agramonte, de Camagüey, publicó el diario oficial Granma.
Este vuelo marcó el comienzo de las "gestiones" que prometieron las autoridades más de una vez sin que nada se concretara hasta ahora.
Tras el trayecto de cinco horas desde la capital haitiana, Puerto Príncipe, hasta Cabo Haitiano, complicado por tener que atravesar varias zonas con presencia de bandas criminales en conflicto, abordaron el vuelo de la aerolínea Sunrise, que los devolvió a Cuba.
Ese mismo proceso, que incluye llevarlos hasta sus provincias de residencia, se repetirá hasta completar el traslado de la totalidad del grupo, que comprende personas de varios sitios de Cuba, fundamentalmente procedentes de La Habana, Santiago de Cuba y Camagüey, según el reporte oficial.
Granma calificó la operación —coordinada por varios ministerios, personal diplomático y el apoyo de la Asociación de Cubanos Residentes en Haití— como una "muestra del principio invariable de (el Gobierno de) Cuba, de no dejar a nadie abandonado, por difíciles que sean las circunstancias", aunque se concretó después de que la situación de los cubanos se fuera volviendo cada vez más desesperada y muchos de ellos realizaran reiterados pedidos de auxilio.
La matancera Yailín Navarro Rodríguez, quien llevaba 54 días en Haití, dijo estar feliz por su regreso. "Fueron momentos tensos y de mucha incertidumbre, pero siempre estuvimos acompañados por cubanos residentes allá, y por el personal de nuestra Embajada. El trayecto estuvo muy organizado y no hubo incidentes. Valió la pena la espera".
Este testimonio choca con el de otros connacionales que a través de redes sociales dijeron sentirse desamparados y sin respuesta a su situación desesperada.
"Estamos muy preocupados y muy tensos por la situación que tenemos. Cumplimos 42 días y realmente no vemos una respuesta positiva. Estamos sometidos a un estrés constantes en medio de un país que tiene una guerra civil armada", dijo a principios de abril Lidia Victoria, residente en Bayamo, Granma, en un video publicado por el periodista Mario J. Pentón.
"Tenemos mucho miedo porque no estamos acostumbrados a esto. Constantemente escuchamos tiros, constantemente tenemos que salir a las calles a buscar el agua, la comida, las cosas que necesitamos en una casa del día a día. Ya todos nuestros recursos se están agotando. La economía está en quiebra, no hay comercio del exterior que llegue a abastecer el país. Lo poco que tenemos está escaseando y se está encareciendo", describió la mujer.
Según Granma, este sábado continuará el regreso a la Isla procedente de Haití del resto de los cubanos, quienes a su llegada reciben tratamiento médico especializado y una "dosis profiláctica" de un fármaco no precisado para evitar la entrada de enfermedades al territorio nacional.
Mientras los cubanos se tuvieron que conformar con "información" durante varias semanas, otros gobiernos como Francia, EEUU, Canadá, República Dominicana, México y Perú ejecutaron operaciones para evacuar a sus ciudadanos.
La violencia desatada en la capital haitiana tomó por sorpresa a cubanos que normalmente viajan como "mulas" para comprar artículos del hogar, ropa o calzado, a fin de revenderlos en la Isla o para consumo familiar, una actividad lucrativa en medio de la profunda crisis que vive Cuba.
El país insular vive una nueva crisis de gobernabilidad y en un estallido de violencia que parece no tener freno. Las bandas que controlan la mayor parte de Puerto Príncipe, lanzaron hace varias semanas una campaña armada para derrocar al primer ministro, Ariel Henry, sumiendo al país en un violento conflicto con riesgo de hambruna y guerra civil.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Haití la situación humanitaria está alcanzando niveles críticos, con 1.4 millones de personas al borde de la hambruna y 5.5 millones, equivalentes a casi la mitad de la población, requiriendo asistencia humanitaria.
Todo contrabando tiene riesgos, ya pueden sus aventuras a su regreso.