El embajador y su cónyuge: así funcionan dos tercios de las embajadas cubanas

El ministro de Relaciones Exteriores del régimen, Bruno Rodríguez Parrilla, dijo este jueves en el programa oficial Mesa Redonda que dos tercios de las embajadas cubanas en el mundo son muy pequeñas, algunas de las cuales trabajan solo con el jefe de la misión y su cónyuge, publicó el portal oficial Cubadebate

"Son embajadas de dos parejas de diplomáticos. Una peculiaridad del servicio exterior es que las y los cónyuges tienen que necesariamente trabajar y ser contratados en nuestras misiones estatales", dijo.

Incluso, dijo que una cuarta parte de las misiones son de una sola pareja de diplomáticos cubanos que "tienen que hacerlo todo", incluida la labor propagandística del régimen.

"Por eso es muy importante la preparación del personal diplomático, que no solo integran especialistas del MINREX, sino de otras entidades" del régimen, admitió.

Dijo que la prioridad de este personal tiene que ser "sobre todo, la búsqueda de fuentes adicionales de ingresos" para el Gobierno, "la solución en las mejores condiciones posibles de asegurar importaciones de alimentos, combustibles".

"Trabajan denodadamente en la búsqueda de opciones económicas, para las importaciones cubanas; la atracción de la inversión extranjera", añadió.

En la labor de los diplomáticos está también la búsqueda de lealtades al régimen a través de organizaciones procastristas y asociaciones de cubanos afines al sistema, y atar los vínculos de cubanos en el exterior dispuestos a hacer negocios con el Gobierno, "con los proyectos de desarrollo, a veces locales".

Precisamente para este grupo de cubanos residentes fuera de la Isla, que Rodríguez Parrilla calificó de "sector patriótico", dijo que "las oportunidades son muchas" y elogió la vinculación de los últimos años.

Culpó a la política estadounidense de obstaculizar los "deseos de esos cubanos radicados fuera de Cuba de aportar a la solución de los problemas, de acompañar a sus familias y de desarrollar relaciones normales" entre los cubanos que viven fuera y los de dentro de la Isla.

Según el ministro, la mayoría de los cubanos que residen en Estados Unidos quieren una relación normal con el país. "Pero no hay dudas de que hoy la política estadounidense sigue siendo represiva, políticamente motivada, y pretende utilizar estos movimientos migratorios, en una manipulación política del tema", añadió.

En palabras de Rodríguez Parrilla, el régimen "ha respondido con una política cada vez más abierta en la relación del país con los cubanos que viven temporal y permanentemente en el exterior", pero omitió precisar que solo con aquellos que no se oponen a sus políticas, no rechazan la propaganda oficial ni denuncian la falta de libertades que padecen los cubanos dentro de su propio país.

Por decenas de años, miles de cubanos han sido marginados de volver a su patria por sus ideas políticas, recordó el analista Emilio Morales en un artículo publicado en DIARIO DE CUBA. 

En los últimos 30 años el exilio cubano ha sido capaz de enviar a la Isla y poner en manos de los cubanos lo que el Gobierno comunista ha sido incapaz de hacer: 52.251,99 millones de dólares en efectivo, y otros 50.000 millones en bienes de consumo, señaló Morales.

"La diáspora cubana tiene el potencial de inyectar más de 20.000 millones de dólares en un periodo de 24 a 36 meses si el país transita a una democracia con Estado de derecho y libre mercado. Y no se trata solamente de los multimillonarios de origen cubano, sino de los cientos de miles que podrían invertir parte de sus ahorros o sacar líneas de crédito para levantar negocios junto a sus familiares en el país donde nacieron", apuntó.

Opinó que, "sin embargo, para aprovechar este potencial es necesario liberarse el yugo comunista. La bondadosa caridad del exilio cubano y su deseo de reconstruir el país no va a supeditarse a un régimen que ha marginado los derechos ciudadanos de los cubanos por más de seis décadas. Para que esto suceda el régimen comunista tiene que desaparecer. No hay opción posible con ellos en el poder. Se necesita un Estado de derecho, de libre empresa y de separación de poderes que proteja y empodere a los ciudadanos para que el rescate del exilio cubano para reconstruir el país se produzca".

"En esta hora final donde el sistema se derrumba por sí mismo, pretender seducir a un exilio que fue marginado de sus derechos, sin ni siquiera pedir perdón por los actos de barbarie cometidos en el pasado, y que todavía cometen en el presente. La búsqueda desesperada de oxígeno a costa del exilio muestra la fragilidad en la que el régimen cubano se encuentra sumergido en su etapa final", consideró.