Un manifestante del 11J y su familia llegaron a España después de que salieran de Cuba hacia Rusia y transitaran varios países de Europa, reportó el medio Granada Hoy.
Yasmanis, Rachel y su hijo de cinco años se encuentran en el Centro de Protección Internacional en Calahonda, municipio Motril, comunidad autónoma Andalucía. Su vida en Cuba era estable, a pesar de las condiciones del país. Sin embargo, tras las manifestaciones del 11 de julio de 2021 (en las que participó Yamanis), las represalias del Gobierno cubano los hicieron huir de la Isla. Allí eran perseguidos incluso después del excarcelamiento de Yasmanis.
Para buscar su futuro, esta familia tuvo que vender su casa y todo lo que tenían. Así, tras mucho esfuerzo, el 26 de octubre de 2021 consiguen partir de Cuba a Rusia, uno de los países que no le exige visa a los cubanos. En su larga travesía pasaron de Rusia a Serbia, Bosnia, Croacia, Eslovenia e Italia antes de poder llegar a España, el país en el que soñaban su futuro.
Durante el viaje de miles de kilómetros, trabajaron en lo que podían para poder vivir. "Siempre vimos a España, ya desde Cuba, como un país muy cercano, diferente, acogedor, con un calor de la gente especial muy parecido al de nuestra tierra, pero con libertad en las calles, en las casas… y que nos brindaría un entorno seguro para poder seguir trabajando duro para labrarnos un futuro, seguir avanzando y darle un buen futuro a nuestra familia", dijeron Yasmanis y Rachel.
En la travesía, esta familia cruzó ríos, bosques, montañas y fronteras de gran peligro para llegar a España. La mayoría de estos trayectos fue a pie.
Esta familia valoró de positiva la atención recibida en España. "Desde los psicólogos que atendieron nuestros miedos, nuestros estados de ánimos que estaban tremendamente bajos después de todo lo sufrido… hasta la ayuda de los trabajadores sociales y todo el personal que hace que nos sintamos arropados, que aprendamos cosas nuevas de este país, que podamos formarnos para adaptarnos mejor y tener una oportunidad real de trabajo aquí", declaró la pareja.
"Nuestro principal objetivo es que las familias que acogemos puedan ir adquiriendo una independencia y autonomía a corto plazo, sin depender de las ayudas económicas que se le proporcionan desde el Programa de Protección Internacional", explicó la responsable del Centro de Protección Internacional de Calahonda, Andrea Castillo.
Este programa, que forma parte del Sistema de Acogida del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, va mucho más allá de cubrir necesidades básicas como un alojamiento seguro y manutención. Durante 18 meses se ofrece atención personalizada y adaptada a las necesidades concretas de cada persona, promoviendo su autonomía y la reparación emocional de los traumas que arrastran.
Desde su apertura, este Centro de Protección Internacional en Calahonda ha acogido a más de 130 personas refugiadas en 2022. Refugiados procedentes de Ucrania, Rusia, Perú, Colombia, Venezuela, Georgia, Afganistán, Cuba, El Salvador e Irán.
