Son las 14:15 de un viernes en Madrid. Toco el timbre de la sede del Observatorio Cubano de Derechos Humanos. El padre Alberto Reyes Pías está en la capital española y aceptó dialogar con DIARIO DE CUBA. Tiene un abrigo negro, aunque ya de este lado del mundo las temperaturas han subido. El color sobrio contrasta con su carácter, es un hombre modernísimo, con tremendo sentido del humor.
Cuando comienza a hablar sobre Cuba su mirada ya no es alegre. "La situación de los derechos humanos en la Isla ha empeorado mucho", dice.
El párroco de la diócesis de Camagüey, es una de las figuras de la Iglesia Católica en Cuba que más ha criticado abiertamente al régimen.
"El 11 de julio nos sorprendió mucho, incluso al Gobierno. Y yo creo que el Gobierno está muy interesado en que eso no vuelva a suceder. De ahí se explica todo el despliegue que hizo que en Cuba no se moviera nada el 15 de noviembre, por ejemplo, porque el país estaba militarizado totalmente", comenta Reyes.
"Desde el 11 de Julio, hay una hipersensibilidad con todo lo que pueda significar una revuelta, una protesta. Ha aumentado la represión y lo que yo llamo el espíritu represivo. No es solo que ante cualquier manifestación inmediatamente pongan todos los medios para tratar de desarticularla, es llamar personas continuamente, por parte de la Seguridad del Estado, para advertirles, para amedrentarlos. Se vive como en un estado permanente de alerta. Hay mucha gente que no se atreve ya a dar su opinión política en redes sociales. Es como un miedo mayor de verse envuelto en una posible represión del Gobierno. En ese sentido ha aumentado el espíritu represivo y hay menos libertad", añade.
Sin embargo, de acuerdo con los datos aportados periódicamente por el Observatorio Cubano de Conflictos, las protestas no han dejado de sucederse en Cuba y fueron 3.923 en 2022.
A pesar del aumento de la represión, ¿considera usted que se ha perdido el respeto a la dictadura?
Es verdad que prácticamente todos los días en un sitio u otro hay alguna manifestación. Pero Cuba sigue siendo un lugar con mucho miedo. Cuba sigue siendo un lugar donde se habla bajito. Cuba sigue siendo un lugar donde muchos padres y madres le dicen a los hijos "cuídate, no te metas en problemas, no digas esto". Yo cuando los escucho les digo "¿tú eres consciente que le estás diciendo a tus hijos sométete, sigue siendo esclavo?". Pero se encogen de hombros y me responden: "Es que yo quiero lo mejor para mis hijos". Cuba también sigue siendo un lugar de indefensión aprendida. Estas frases de "aquí no hay nada que hacer", "aquí lo que hay es que irse", "esto no hay quien lo cambie", siguen siendo comunes.
¿Qué papel juega la Iglesia en medio de esta situación?
La Iglesia tiene un papel fundamental en Cuba y en cualquier sociedad, que es predicar el Evangelio. Cuando una persona predica el Evangelio, se libera. Tenemos esa frase preciosa de Jesucristo que dice: "Ustedes conocerán la verdad y la verdad los hará libres". Yo creo que la Iglesia está haciendo lo que tiene que hacer, que es predicar el Evangelio, que es inmensamente liberador. Además de eso, la Iglesia ayuda a pensar y ayuda a la gente a salir de ese letargo, de esa rutina, en la cual la vida se convierte en sobrevivir, en resolver los problemas del día. Yo creo que la Iglesia, a través de infinidad de escritos, de las redes sociales, encuentros, retiros, está ayudando a la gente a pensar y a tomar conciencia de quiénes son y de cuál es la situación y de qué se puede hacer. Lo otro que está haciendo la Iglesia es acompañar, está acompañado mucho a las familias de los presos políticos. Está acompañando mucho a personas que son perseguidas.
¿Usted tiene esperanza de que en Cuba ocurra pronto un cambio que no pase por la violencia?
Yo lo quiero, lo deseo, lo espero y lo esperaré siempre. Pero, hasta donde yo puedo ver, el discurso del Gobierno sigue siendo de continuidad, de mantener la misma línea. No hay ningún mensaje que puedas leer entre líneas, ninguna acción que pueda hacer prever, que se está preparando algún cambio. Con lo cual, el gran peligro es que esto termine en un estallido social violento que nadie quiere. Pero llega el momento en que las cuerdas se rompen, llega el momento que el nivel de aguante de un pueblo termina.
¿Cómo sería la Cuba que usted sueña?
Yo sueño una Cuba en libertad. Somos un pueblo alegre, somos un pueblo capaz. Yo sueño con una Cuba democrática, con opciones políticas. Una Cuba que desde la libertad entre en una prosperidad económica que permita al cubano desplegar todo lo que es. También quisiera una Cuba vuelta a Dios. Yo creo que el mayor error histórico de nuestra Isla a partir del año 1959 fue desplazar a Dios y pretender construir un paraíso sin Dios. Eso ha terminado siendo un infierno. Me preocupa mucho que pasemos de la dictadura del marxismo a una dictadura de lo material, del afán de lucro, del afán de solamente avanzar en lo económico; porque una economía sin Dios crea otras cadenas, crea otras cárceles. Entonces yo también sueño con una Cuba que se abra a Dios, que cada vez más se abra al mundo del espíritu; porque sin eso podemos tener mucha libertad política, podremos tener mucha libertad económica pero estaríamos vacíos.
¿Qué mensaje usted daría al pueblo cubano?
Dicen que hubo un examen en el infierno para aspirantes a demonios. Y la pregunta era una sola: "¿Qué harías para destruir a un ser humano y quedarte con su alma?". El primer candidato le dice al demonio: "Alcohol y drogas". Y dice el demonio: "Bien, porque llega a destruir a la familia. Pero después se meten en Alcohólicos Anónimos, en asociaciones antidrogas, y cuando salen quieren recuperar a los demás. No. Eso no es infalible. No estás preparado para ser demonio. Sigue estudiando".
Llega el segundo: "Pues yo lo obsesionaría con el sexo, con la pornografía". "Bien, un poco clásico, pero bueno, el ser humano sabe que el espíritu de Dios le habita adentro y en unos años el sexo tal y como a nosotros nos interesa, a ellos no. No, tampoco es infalible".
Y viene el tercero: "¿Qué harías para destruir la persona y quedarte con su alma?". "Yo lo desanimaría. Le haría creer que lo que sueña no es posible". Dice el demonio: "Aprobado".
Entonces, yo le diría a mi pueblo, lo mismo que me diría a mí: No dejemos de soñar que lo que creemos es posible, porque el día que nos desanimemos y dejemos de creer que lo que soñamos es posible, ese día estamos perdidos.
------RESUMEN DE CUBA 1959-------- 2023-----Accidentes, cárcel, desastres, apagones, asaltos a mano armada, violencia, hambruna, esclavitud, gulags, feminicidios, personas desaparecidas, escaseces, desintegración de las familias.---UNA SUBLEVACIÓN NACIONAL ES NECESARIA, PERO YA. PONGAN A VOLAR PIEDRAS, PALOS Y BOTELLAS CONTRA VENTANAS DE EDIFICIOS DEL GOBIERNO. PINCHEN LOS NEUMÁTICOS DE LAS PATRULLAS. A ESE GOBIERNO ESCLAVISTA TODO EL DAÑO QUE SE LE HAGA ES POCO. NINGÚN HUMANO DEBE SER PROPIEDAD DE NADIE. ABAJO LA ESCLAVITUD.-----------------PATRIA Y VIDA-----------------------