La Unidad Empresarial de Base (UEB) Calzado Combell de Santiago de Cuba está en negociaciones con China para establecer un convenio de abastecimiento de materias primas, reportó la oficial Agencia Cubana de Noticias (ACN).
Ante el déficit de materiales, dicha entidad apuesta por nuevos servicios y encadenamientos productivos con formas de gestión no estatal para adquirir materiales. El trato con los chinos buscaría surtir a la industria ligera de recursos como hilos, plantillas de monta, tejidos y agujas.
Zoe Cabello, directora de Calzado Combell, recordó el vínculo productivo con la unidades militares de la región oriental. Este consiste en la reparación de las botas Coloso (calzado de los soldados), y la fabricación de 5.000 zapatos femeninos para el uniforme diario de las oficiales.
La funcionaria destacó el trabajo de tres instalaciones de la UEB en los municipios Palma Soriano, Contramaestre y Santiago de Cuba. En esas dependencias fabrican botas de trabajo con cuero cubano y suelas prefabricadas por una pequeña empresa radicada en Villa Clara y La Habana. También utilizan hojas de monta provistas por una trabajadora por cuenta propia de Camagüey.
Cabello explicó también que los 268 trabajadores de su empresa crean alianzas con la industria textil. Es que para ampliar sus producciones, Calzado Cambell ha comenzado a fabricar cartucheras para espejuelos y tarjetas magnéticas.
El reporte de la ACN señala que el colectivo de esta industria hace un esfuerzo para reparar los equipos en los talleres, los cuales están "algo obsoletos y maltratados por los años de explotación".
De acuerdo a un trabajo de DIARIO DE CUBA de octubre de 2021, en 1954 Cuba produjo 15 millones de pares de zapatos de alta calidad cuando solo tenía seis millones de habitantes, o sea 2,5 pares de zapatos per cápita. Hoy en día la mayor parte de los zapatos que utilizan los cubanos son importados. La industria del calzado en la Isla ha quedado diezmada después de más 60 años de centralización económica.
Todos los zapatos usados en Cuba se producían en Cuba. La dictadura acabó con esa industria, entre otras.