Miguel Díaz-Canel destituyó a la ministra presidenta del Banco Central de Cuba, Martha Sabina Wilson González, un movimiento que ocurre en medio de deliberaciones tras el juicio contra el régimen en Londres por una deuda de 72 millones que reclama un fondo de inversiones.
"El Consejo de Estado, a propuesta del Presidente de la República y previa aprobación del Buró Político del Comité Central del Partido, acordó promover al cargo de Ministro Presidente del Banco Central de Cuba al compañero Joaquín Alonso Vázquez, actual presidente de Casas de Cambio (CADECA SA)", señala una nota publicada por la oficial Agencia Cubana de Noticias (ACN).
Según el texto, Alonso Vázquez, de 59 años de edad, es licenciado en Finanzas y Créditos, máster en Dirección y Perfeccionamiento Empresarial, y ha transitado por diferentes responsabilidades en el sector bancario, como subdirector provincial del Banco Popular de Ahorro en La Habana, director de Ahorro en la Oficina Central del Banco Popular de Ahorro, director de Créditos de la Casa Financiera FINALSE.
Según la información oficial, entre 2000 y 2010 ejerció como vicepresidente de CUBALSE para atender la actividad de Economía y Finanzas. Posteriormente, durante siete años ocupó el cargo de vicepresidente del Banco Popular de Ahorro hasta que en 2017 fue promovido al cargo actual.
"Ha ejercido, entre otras, las responsabilidades como delegado del Poder Popular, vicepresidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba en La Habana, con resultados positivos. Durante su trayectoria recibió preparación de posgrado, que lo habilita técnica y profesionalmente para ejercer este cargo", dice la nota.
Para concluir, el texto dice que a la destituida Martha Sabina Wilson González, ministra presidenta del Banco Central de Cuba desde el año 2019, "se le reconoció el esfuerzo realizado y en consecuencia le serán asignadas otras actividades", no precisadas.
El régimen cubano está en estos momentos inmerso en resolver su batalla legal con el fondo CRF I registrado en las Islas Caimán. La Habana se resiste a pagarle 72 millones de euros de deuda e intereses.
CRF I está tratando de hacer cumplir reclamos en su propio nombre sobre dos piezas de deuda cubana que datan de mediados de la década de 1980. El régimen cubano alega que CRF adquirió los préstamos ilegalmente porque no se cumplieron las condiciones legales específicas necesarias para su validez. También ha acusado a CRF de usar sobornos y lo ha calificado de fondo buitre.
Entre bandidos anda el asunto. Esos son los ecos del tribunal de Londres.
Se llama “fondo buitre” cuando el que debe no quiere pagar. Cuando quieren recibir los prestamos se llama Hedge Fund o Fondo de Cobertura.
Desvió fondos de las cuentas de Díaz-Singao.