Una familia de balseros cubanos utilizó un camión del Gobierno para sacar su embarcación hasta la costa de Matanzas, según pudo comprobar DIARIO DE CUBA. Se trata de Juan Carlos Benítez, de 54 años, su hijo Yadriel Benítez, y su esposa Yamilé, todos del municipio Colón.
La familia y otro grupo de personas lograron llegar a los cayos de Florida en la embarcación. Ahora se encuentran bajo custodia de la Patrulla Fronteriza de EEUU, reportó AméricaTeVé.
Juan Carlos llevaba años como chofer de un camión marca Scania de la Empresa de Transportación y Servicios a la Mecanización. Esa entidad cuenta con una base territorial ubicada a las afueras de Colón y su flota cubre gran parte del tiro de caña hacia los centrales de la provincia. Los camiones Scania son enormes y pueden transportar varias toneladas de carga.
Según explicó una vecina de la familia a esta redacción, Juan Carlos utilizó el vehículo que conducía en su trabajo para transportar una embarcación casera hasta el municipio Martí (el más cercano con salida a la costa norte de Cuba).
En la noche del 31 de diciembre, echó a la mar el bote rústico en el que partió con su familia hacia EEUU desde las inmediaciones de la playa Menéndez. El camión quedó varado dentro del mar.
El hijo mayor de Juan Carlos reside en Orlando y teme por las represalias que pueda tomar el Gobierno cubano contra su padre si este es devuelto a la Isla.
"Me han mandado un mensaje de audio (desde Cuba), diciéndome que bajo ningún concepto mi papá puede regresar, que haga lo imposible por no regresar porque lo está esperando el DTI, la Policía…", detalló el familiar.
DIARIO DE CUBA también recibió la información de que un tractor ruso marca Yumz de la cooperativa de producción agropecuaria (CPA) Sergio González, poblado Banagüises, municipio Colón, fue utilizado por su chofer hace una semana para trasladar otra balsa hacia el municipio Martí.
Desde Banagüises confirmaron a esta redacción que ese grupo de balseros también llegó a EEUU. El tractor quedó igualmente varado en el mar y los jefes de la CPA tuvieron que viajar hasta el lugar para identificarlo y sacarlo.
Como en el resto de Cuba, varios han sido los episodios de balseros ocurridos en Colón durante los últimos meses. La Policía cubana ha extremado los controles en las carreteras para frustrar cualquier intento de salida ilegal.
El patio de la estación municipal de Policía en varias ocasiones se ha llenado de embarcaciones confiscadas a presuntos balseros. Estos dispositivos luego son enviados a la empresa local de materias primas para reciclar sus componentes.
A finales de agosto, trascendió la incautación en Colón de un bote rústico a motor que ya estaba listo para navegar.
