Después de siete meses de inactividad cricerística llegó este viernes al puerto de La Habana el barco británico Marella Discovery 2, con 1.600 pasajeros a bordo, para una estancia aproximada de 27 horas, informa el diario estatal Granma.
''Se espera que arriben otros barcos, no solo con (la compañía estatal) Cubatur, sino con otros receptivos cubanos'', expresó Carlos Alberto Rivera, directivo de esa entidad, quien no precisó cuándo ocurriría nuevamente la entrada de otro crucero a la Isla.
La anterior entrada de un crucero a un puerto cubano había ocurrido a principios de marzo de este año, cuando el también británico Marella Explorer 2 llegó a La Habana con 641 pasajeros a bordo.
La llegada de ese crucero fue celebrada por la prensa estatal como muestra de ''reanimación'' del sector turístico, pero lo cierto es que cuando apenas faltan menos de 50 días para que se acabe el año, este es el tercer crucero que llega a Cuba en todo el 2022.
El pasado 2021 solo un crucero desembarcó en puertos de la Isla, el alemán World Voyager, de la compañía Nicko Cruises, con solo 84 pasajeros.
El propio World Voyager atracó el pasado mes de febrero en Santiago de Cuba, esta vez con 114 pasajeros, quienes hicieron una estancia en la ciudad de 24 horas.
Una investigación del periódico estadounidense El Nuevo Herald reveló que tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y EEUU durante la Administración de Barack Obama las compañías de cruceros Carnival, Royal Caribbean, Norwegian y MSC Cruises firmaron acuerdos ilegales con agencias del régimen de la Isla.
Por estos acuerdos, según la investigación, las empresas habrían obtenido 1,1 mil millones de dólares, mientras el régimen cubano se benefició con 138 millones de dólares.
Dentro de esas empresas de cruceros, la italiana MSC Cruices está incluida en una denuncia ante la Corte Penal Internacional hecha por la organización Cuban Prisioners Defenders, que acusó a la compañía de ser parte de un esquema de explotación laboral con trabajadores cubanos en contubernio con el Gobierno de la Isla. El régimen quitaba a esos trabajadores hasta un 80% de su salario.
Si bien la prohibición de este tipo de viajes por parte del expresidente estadounidense Donald Trump en junio de 2019 resultó un duro golpe al turismo a Cuba, el tiro de gracia lo dio la pandemia del Covid-19 y las restricciones aprobadas para evitar la propagación del virus.
Solamente en 2018 fueron 850.000 los turistas que arribaron a Cuba en cruceros, una cifra que resulta significativa si se compara con el total de turistas que recibió el país en los 12 meses del año pasado: 573.944.
El tour no incluye caminar por calles llenas de escombros y basura y soportar a los mendigos que asedian al turismo, ni ver las broncas que sé forman en las colas.
¿A qué van los turistas a Cuba? A buscar sexo barato con muchachitas y muchachitos, exponiéndose a contraer enfermedades venéreas.