"Nunca había visto a Matanzas así, sin nadie en las calles", dijo Lili, una joven viajera que llegó de Cárdenas en tránsito hacia La Habana.
En la jornada de este lunes 8 de agosto, Matanzas vivía una falsa tranquilidad, expectante por el incendio fuera de control en la Base de Supertanqueros.
Las autoridades reconocieron que un cuarto tanque de petróleo estaba "comprometido", lo que explicó las explosiones que sintieron los matanceros durante la mañana y la tarde.
Alexander Ávalos Jorge, segundo jefe del Departamento Nacional de Extinción del Cuerpo de Bomberos de Cuba, oficial a cargo de la operación que intenta frenar el fuego, dijo en conferencia de prensa que el trabajo de extinción se ha dificultado por "las altas temperaturas", que habrían "provocado una reacción en cadena" y expandido el fuego.
"El aire favorece el desarrollo del desastre. Es imposible hacer un cálculo exacto de cuánto demorarán los trabajos", dijo Ávalos Jorge.
La densa columna de humo negro que desde el viernes sale de la Base de Supertanqueros bajó a tierra el lunes y afectó los barrios de Dubrocq y Versalles, cercanos a la zona industrial, y el valle del río Yumurí. Las comunidades cercanas a la base fueron evacuadas.
Roberto, un jubilado que trabajó en la Termoeléctrica Antonio Guiteras, fue uno de los pocos vecinos que se quedó en Versalles. "Me quedé para cuidar la casa y la de mis vecinos, ya estoy mayor para meterme a pasar trabajo en un albergue", dijo.
"Como ves, no ha pasado nada, un poco de niebla y peste a goma quemada, pero más nada, añadió.
"En cuanto a la Guiteras, se dijo oficialmente que salió de servicio por falta de agua para enfriamiento, pero en realidad evacuaron a todos los trabajadores no indispensables por la cercanía al incendio y el peligro de inhalación de gases tóxicos", aseguró. DIARIO DE CUBA no pudo confirmar esa información.
"Es un duro golpe para Cuba porque es la planta más eficiente del país y ahora demorará en ponerse en servicio nuevamente. Que Dios nos proteja", concluyó el jubilado.
A pesar del humo tóxico, en el Policlínico Integral José Luís Dubrocq Sardiñas no había pacientes. Trabajadores del centro asistencial dijeron que no había aumento de personas asmáticas con crisis, ni otros problemas respiratorios. Pero ese resultado podría deberse a la evacuación oportuna y el recogimiento de los matanceros en sus hogares.
Matanzas parecía este lunes una ciudad fantasma. En la calle solamente estaban trabajadores de servicios y urgencias. En la terminal, también vacía y sin ómnibus, Lili se quejó de que solo se podía salir de Matanzas "en máquinas particulares, por la Carretera Central.
"La Vía Blanca cerró hasta nuevo aviso. Los restaurantes, cines, cafeterías, todo ha cerrado", dijo.
Increíblemente, una anciana llamada Blanca Esther, que caminaba por la Calle del Medio, se asombró de ver el humo.
"Pero esa nube negra en el cielo qué es", preguntó. "Gracias por decirme que es el humo del incendio, pero ya no veo la televisión, y con los apagones no me entero de nada", explicó. "Si, le haré caso, me pondré nasobuco y me encerraré en la casa. Sabes, mijo, yo conocí a Carilda Oliver, la elegante abogada y poeta. Cómo hubiera sufrido si hubiera visto para lo que ha quedado Matanzas".
