"Creo que no hubiera podido sobrevivir si tenía que pasar otra noche. A lo mejor mi mente lo quería, pero mi cuerpo no hubiera resistido. En todo ese día yo no había bebido nada de agua. Creo que lo que me quedaba era una barrita de cereal, que ya le había entrado agua de mar", dijo Elián López Cabrera, el cubano que llegó esta semana a Florida en una tabla de windsurf.
En entrevista con Univisión, el hombre de 48 años que se desempeñaba como instructor de buceo en Varadero, Matanzas, y que salió de la Isla con un GPS y teléfonos celulares, refirió desde Miami los detalles de su peligrosa travesía, que casi le cuesta la vida.
"El mar estaba muy desorganizado. Una cosa es el oleaje, pero una ola de cuatro metros por este lado, otra de dos metros de frente, tú dices, ¿cómo gestiono esto? En dos ocasiones el oleaje me sacó de la tabla y es cuando pierdo mis espejuelos de visión", contó.
"Era increíble... Nada más ponerme de pie en la tabla, era un proceso, hacer algo tan sencillo, sacar la vela del agua, no caerte. Me ponía de pie, agarraba la vela, avanzaba algo... frustrante. Me volvía a caer, revisaba posición, me daba cuenta que no había avanzado nada", refirió acerca de un proceso que lo fue desgastando físicamente.
Según la familia de López Cabrera residente en Miami, quienes realizaron una campaña en Change.org para impedir su deportación una vez en EEUU, nadie sabía del plan, solo su esposa y su hija de 15 años, que se quedaron en Cuba.
Gracias a ellas el cubano tuvo posibilidades de sobrevivir. A 14 millas de Florida, deshidratado y sin fuerzas, se comunicó con su esposa para despedirse, y ella alertó a allegados y amigos en EEUU, quienes avisaron a la Guardia Costera, según Dunia Rodríguez, una familiar de López Cabrera.
De acuerdo con el reporte de Telemundo 51, la Guardia Costera consiguió rastrear la señal del GPS y los celulares que llevaba el cubano.
Asimismo, como la esposa e hija advirtieron que las cosas no iban bien, empezaron a enviarle audios dándole ánimo.
Pero cuando comenzó a caer el sol del segundo día, López Cabrera se rindió y envió un mensaje a dos amigos en Miami que estaban al tanto de su viaje, en el que les pidió que lo rescataran, que estaba al sur de Islamorada.
"Hasta que un gran amigo me dijo: 'No te desgastes más. Aguanta, que ya vamos por ti'", contó el sobreviviente.
Finalmente, la Guardia Costera lo rescató justo al anochecer. Para entonces, estaba deshidratado y luchando contra la hipotermia.
"Nos aferramos a lo que sea con tal de sobrevivir", dijo el cubano, que tras el rescate fue dado de alta del hospital, liberado y está con sus familiares en Miami.
López Cabrera salió el martes 21 de marzo a las 7:14AM de Varadero. El hombre sobrevivió a un cáncer de colon y vive con una colostomía, que no podía atender bien en Cuba. Por ello decidió lanzarse a la aventura de buscar atención adecuada en EEUU.
Según Univisión, el cubano ya recibe tratamiento, pero ahora su prioridad es regularizar su situación migratoria, recuperarse y reunirse con su esposa e hija. Según contó, apenas ha podido conversar con ellas, pues cada vez que se comunican solo hay llanto.
Más de 1.000 cubanos han sido interceptados por autoridades estadounidenses en las aguas del Estrecho de Florida desde octubre hasta la fecha. La mayoría de ellos han sido deportados.