En el mismo año que activistas LGBTI cubanos criticaron al Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) por celebrar la apertura de un hotel del consorcio militar GAESA para la comunidad LGBTI, mientras esta comunidad en Cuba carece de importantes derechos, y 15 días después de que el centro publicara una declaración sobre la violencia sexual, pero para defender su trabajo y a la Revolución, el centro dirigido por Mariela Castro Espín cumple 33 años y el diario oficial Granma afirma que durante ese tiempo la institución ha estado "garantizando todos los derechos para todas las personas".
Aunque el título de la nota de Granma habla de todos los derechos, luego se refiere únicamente a la lucha por la garantía de los derechos sexuales para todas las personas sin distinción de ningún tipo y asegura que esta lucha se materializa "en el avanzado Código de las Familias, que será sometido próximamente a consulta popular".
El acto estuvo presidido por la miembro del Buró Político del Partido y secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), Teresa Amarelle Boué; el ministro de Salud Pública, doctor José Angel Portal Miranda, y Mariela Castro Espín, quien celebró "la biografía de una institución que ha sido fruto del trabajo colectivo, de los aprendizajes acumulados y socializados en la producción científica, que se crece ante los nuevos desafíos y oportunidades del compromiso histórico de diseñar el país que deseamos y, además, hacerlo realidad".
La directora del CENESEX – que en 2015 declaró a un diario argentino que en Cuba no había feminicidios y justificó la represión contra la marcha alternativa de la comunidad LGBTI en 2019 – sostuvo que el centro, en estrecho vínculo con otras instituciones del Estado y organizaciones de la sociedad civil, ha impactado en algunas de las transformaciones culturales, que caracterizan hoy a la sociedad cubana.
Castro Espín – que en 2020 negó que las Unidades Militares de Apoyo a la Producción (UMAP), donde entre 1965 y 1967 el régimen cubano encarceló a decenas de miles de personas, sobre todo homosexuales, religiosos y desafectos políticos, pudieran ser calificadas como "campos de concentración" y las comparó con las escuelas al campo – sostuvo que la educación integral de la sexualidad ha sido parte de los esfuerzos revolucionarios por subvertir el orden capitalista, neoliberal y patriarcal establecido, para dar paso a un proyecto nuevo de sociedad basado en la solidaridad entre las personas, la justicia, la igualdad y la equidad social.
Granma señala que, durante el acto, por mediación del Decreto-Ley No. 30 de 2020 del Consejo de Estado, les fueron entregadas a Castro Espín y a la también doctora en Ciencias Ada Caridad Alfonso Rodríguez, la Orden Carlos J. Finlay, "por haber contribuido de forma excepcional, desde la investigación y la docencia, al progreso de las ciencias y en beneficio de la humanidad, especialmente a la salud y bienestar del pueblo cubano desde una perspectiva de género".
Mientras la directora del CENESEX recibe distinciones por el trabajo del centro "desde una perspectiva de género", la Isla sigue sin contar con una Ley integral contra la Violencia de Género; las personas trans continúan sufriendo discriminación laboral y acoso policial, y no aparece en el panorama legislativo una Ley de identidad de género.
Premio Consolador LGBTI + ?. Esa la única distinción que se le puede otorgar a Mariela.
La orden del Moco con Langosta.
Creo que la infanta Moco Pegado se merece la distinción de la Perlana de Oro.
Perlana: Un mojón envuelto en lana.
Bueno, tener una cara tan dura merece algo, y que la premie su propia gente, lo cual no significa nada, me parece merecido. Supongo que le hubieran dado el mismo premio a la Aleida Guevara, que oficialmente es médico, pero yo creo que a esa vaca bofe no la soportan ni ellos mismos.
La entrega de cualquier medalla o distinción meritoria a la Sra., forma parte del Teatro Guiñol Revolucionario. Lo que me intriga es qué pensará la Sra. Mariela Castro de su aceptación en el pueblo. Cómo piensa ella que la valoran los jóvenes que no tienen acceso a los privilegios que ella ostenta? Cómo piensa ella que la valoran los ex-combatientes que sobreviven en la miseria cotidiana de Cuba y que ni siquiera saben lo que significa LGTBI? Se creerá la Sra. Castro Espín que el respeto, la consideración, y hasta el miedo a un dictador son hereditarios? Y qué pensarán los tracatanes que la elogian con esa medalla? Pensarán que la Sra. está a la altura de Finlay?
Comentario repetido por dificultades del servidor.
En los países cuerdos a estas entidades y caracteres nadie les presta atención.
La verdad que entre la fiebre amarilla y lo que Princess Mariela no ha investigado ni erradicado científicamente hay gran diferencia, grande, huge! Pero, como dice Ares I, "otra raya más al tigre".
Y la orden José Marti la ostentan impresentables como Robert Mugabe, Ceucescu, Sadam Jussein, Nyerere y una lista larguísima y deshonrosa.
¿Que le vale otra raya más al tigre?
All in the family