Una redada de las autoridades de México y otros países de Centroamérica capturó a un individuo que dirigía desde 2020 una red de tráfico de migrantes operada por el denominado Cártel de Sinaloa, poderosa organización del crimen organizado, y que trasladaba a cubanos, haitianos, venezolanos, africanos y asiáticos.
Aunque los agentes migratorios, policiales y antidrogas solo identificaron al individuo por las siglas J.H.C.A., sin ofrecer otros detalles sobre su identidad, sí aseguraron que este era un mexicano que tenía el rango de lugarteniente y emisario del Cártel.
El sujeto habría montado una red que asumió el control de buena parte del tráfico de migrantes y cobraba 22.000 dólares por persona por el traslado de Colombia y Centroamérica a los pasos terrestres fronterizos mexicanos del sur y norte, según el reporte del diario mexicano Vanguardia.
El detenido no tenía antecedentes delictivos en México, pero autoridades costarricenses lo describieron como cauteloso, con reglas clandestinas de seguridad que copió de su máximo jefe en el Cártel de Sinaloa, Ismael "El Mayo" Zambada.
"Al igual que sucede con Zambada, este mexicano ni siquiera se atreve a hablar por teléfono por temor a que le graben la voz y lo puedan empezar a rastrear", dijo un oficial de los cuerpos costarricenses de seguridad e investigación que siguen la pista del escurridizo operador.
Según el reporte, la implicación del Cártel de Sinaloa en la indetenible movilización de migrantes ocurrió mientras en las fronteras de Colombia con Panamá, Panamá con Costa Rica, Costa Rica con Nicaragua, Guatemala y México y México y EEUU hay miles de haitianos, cubanos, venezolanos, centroamericanos, africanos y asiáticos que, sin visa, buscan llegar a suelo estadounidense.
Costa Rica y Panamá anunciaron el 21 de septiembre que desarticularon una banda de tráfico ilícito de migrantes y detuvieron a 42 hombres y mujeres, 21 en suelo costarricense e igual número en el panameño, que cobraron "entre 14.000 y 22.000 dólares por persona".
El mexicano detenido habría sido el líder del grupo y un nicaragüense residente en Costa Rica, otro de los cabecillas, se dio a la fuga y estaría oculto en Nicaragua.
Un informante de alto rango explicó a Vanguardia que "esto tampoco surgió de la noche a la mañana. Es un gran negocio o industria. Militares nicaragüenses cobran 200 dólares sólo por el tránsito por Nicaragua de Costa Rica a la frontera de Honduras".
Más de 19.000 latinoamericanos, caribeños, africanos y asiáticos siguen en Colombia en su intento de cruzar a Panamá para continuar hacia México y Estados Unidos. La presión migratoria colapsó el transporte regional, por lo que las líneas de autobuses del sur al centro o norte de Costa Rica tienen cupos repletos por al menos un mes.