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Religión

Con oraciones públicas, evangélicos cubanos envían mensajes de esperanza a sus comunidades

'Es importantísimo que la Iglesia cubana se siga conectando con las necesidades que su pueblo está atravesando', explica el pastor Aniel Villa.

La Habana
Religiosos orando ante el Hospital de Moa, Holguín.
Religiosos orando ante el Hospital de Moa, Holguín.

El pastor Aniel Villa, de la Congregación Clamor en el Barrio, radicada en el Reparto Alturas, de San Miguel del Padrón, La Habana, planifica oraciones públicas desde hace tres semanas, y piensa mantenerlas todos los domingos a la 1:00 de la tarde.

"Los motivos que nos impulsaron a tomar esta iniciativa fueron varios; en primer lugar, sentimos el dolor desgarrador y un temor cada vez más creciente de nuestros vecinos por las muertes y casos positivos" al Covid-19, subrayó el líder religioso, perteneciente a la denominación Alianza Cristiana y Misionera de Cuba.

"Se une a esto el desespero por no tener economía suficiente para adquirir lo necesario para sobrevivir y la frustración de no contar con medicamentos si cualquier enfermedad les acosa", lamentó Villa en conversación con DIARIO DE CUBA.

Villa se inspiró en la idea de tomar el espacio público tras ver una imagen de dos cristianos de rodillas en las calles, y en un servicio de ayuno lanzó el reto.

Los feligreses querían "enviarle un mensaje de fe y esperanza a nuestra comunidad, para que sepan que no están solos, que les estamos acompañando en oración".

Si bien las primeras peticiones fueron el cese de las muertes y la pandemia en Cuba, y la estabilidad de las familias de la comunidad, "luego se han incorporado otros motivos de oración, como sabiduría y equidad para nuestros gobernantes en cualquier posición que ocupen, que prospere la nación cubana, y la salvación de miles de cubanos a los pies de Jesucristo".

En otras localidades del país, como Camagüey, también se han registrado estas movilizaciones de la sociedad civil.

El portal Radio Viva 24 reportó que madres de varias provincias cubanas iniciaron el 8 de septiembre "una cadena pública de oraciones", a la que invitaron "a sumarse a todas las personas que lo deseen, con independencia de la religión o credo político que profesen".

"Las madres no podemos dejar que nuestros hijos sigan muriendo", dijo al respecto la camagüeyana Liseilys Fernández. Añadió que, además de en Camagüey, se unirían madres de Las Tunas, Manzanillo, Baracoa, Santiago de Cuba, Florida, Morón, Sancti Spíritus, Trinidad, Santa Clara, Matanzas, Cárdenas, Placetas, Alquízar, La Habana Vieja, Centro Habana, El Cerro, El Cotorro, San Juan y Martínez y Pinar del Río.

En Holguín, el líder evangélico Diobel Durán posteó en sus redes sociales concentraciones de creyentes frente al Hospital de Moa.

En todos los casos, oraron por sanidad para el pueblo y el fin de la crisis económica cubana, manteniendo distancia entre los participantes y usando nasobucos.

Este tipo de declaraciones públicas ocurren a la par de que grupos protestantes, como la Iglesia Cristiana Reformada y la Liga Evangélica de Cuba, ofrecen medicinas, alimentos, ropa y asistencia espiritual para comunidades vulnerables por toda la Isla.

"Es importantísimo que la Iglesia cubana se siga conectando con las necesidades que su pueblo está atravesando, somos parte de esta sociedad y no podremos alcanzar a Cuba para Jesús si nosotros no nos identificamos con los momentos actuales que vivimos", explicó Aniel Villa.

"Nosotros respetamos la opinión política de cada cual, y no invitamos a nadie a formar parte de nada que vaya contra los principios Bíblicos enseñados por Jesucristo", añadió. "Nuestra motivación es solo orar y dejar claro a cada cubano que necesitamos volvernos de corazón al Dios verdadero".

En una reciente oración pública "el delegado de nuestra circunscripción y de los dirigentes de los CDR, observaban que nuestra iniciativa no fuera" con fines de "contrarrevolución".

Villa desea que se otorguen los permisos correspondientes "para que en nuestra ciudad podamos tener cada domingo como Iglesia la oportunidad de orar 15 minutos por la nación".

Tras las grandes movilizaciones del 11 de julio, varias organizaciones cristianas han emitido comunicados rechazando la represión contra manifestantes pacíficos, y a favor del respeto de la libertad de expresión.

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