Carmelo Díaz Fernández, exprisionero político cubano y miembro del grupo de activistas y opositores detenidos durante la llamada "Primavera Negra", falleció en Miami el pasado fin de semana. Para entonces contaba con 85 años y, recoge la agencia EFE, sus allegados dicen que la causa del deceso fue "una penosa enfermedad".
Al parecer, Díaz sufría cardiomegalia, una enfermedad que provoca un crecimiento desmedido del corazón.
Guantanamero de nacimiento, Díaz se desarrolló como fundador y presidente de la Agencia de Prensa Sindical Independiente de Cuba (APSIC). Por esta labor, que sirvió de precedente de los nuevos medios independientes cubanos, a principios de abril de 2003 fue condenado por el régimen a 15 años de privación de libertad en la "Primavera Negra".
Según el Comité para la Protección de Periodistas, con sede en Nueva York, en el proceso penal Díaz no contó con ningún tipo de garantía jurídica, ya que fue juzgado de forma sumaria. Su juicio, como el del resto de los condenados en la "Primavera Negra", ocurrió a puertas cerradas.
En aquel año, Díaz fue condenado por supuestamente por cometer "actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado". La sentencia fue dada por el Tribunal Provincial de La Habana el 7 de abril. Lo mantuvieron entonces 17 días en la sede provincial del Departamento de la Seguridad del Estado y luego lo enviaron a una cárcel en el municipio Guanajay.
Díaz fue liberado 15 meses después, mucho antes que sus compañeros, debido a la cardiomegalia que padecía. No obstante, fue advertido que regresaría a prisión si continuaba con su labor de periodista independiente. A raíz de eso, fijó residencia en la ciudad de Miami, EEUU.
Los condenados durante la "Primavera Negra" cubana fueron liberados entre 2010 y 2011 gracias a una licencia extrapenal obtenida mediante un diálogo entre el régimen, la Iglesa católica y el Gobierno español.