Las siglas MLC se han convertido en otro símbolo de desigualdad en Cuba. Quienes cuentan con Moneda Libremente Convertible tienen acceso a artículos de primera necesidad. Quienes no, tienen solo la opción de hacer interminables colas en las tiendas en CUC, cuando las abastecen de algún producto. ¿Podrían estas siglas simbolizar también la búsqueda de soluciones para problemas que afectan a toda la sociedad, sin distinción de poder adquisitivos?
MLC corresponde además a Monitor Legislativo Cubano, "una coalición de organizaciones sociales y políticas, periodistas y académicos (…) unidos con el objetivo de realizar seguimiento a la actividad de la Asamblea Nacional, en un ejercicio de transparencia y participación ciudadana", como lo define el abogado Hildebrando Chaviano, uno de los cuatro integrantes con los que DIARIO DE CUBA ha conversado.
El también abogado Amado Calixto Gammalame explica que el Cronograma Legislativo aprobado por la Asamblea Nacional se diseñó para sancionar las leyes que den vida a la nueva Constitución del Gobierno cubano, pero las legislaciones incluidas inicialmente "responden a la organización del Gobierno, en la parte administrativa, principalmente, y no a las necesidades esenciales que tiene la sociedad cubana".
Entre esas necesidades, Gammalame señala que el Artículo 94 de la Constitución dispone el derecho al debido proceso y a contar con asistencia letrada desde el inicio del mismo, pero no se ha dictado la norma que permita ejercer ese derecho. Tampoco se ha aprobado la ley que permita ejercer el derecho de reclamar ante los tribunales por la violación de algún derecho constitucional por parte de las instituciones, reconocido en el Artículo 98 de la Carta Magna.
Estas leyes debieron aprobarse en octubre de 2020, pero no se informó nada al respecto. Se desconoce si se postergó su aprobación o si se aprobaron a espaldas de la ciudadanía.
La activista y periodista independiente Aimara Peña señala que la Asamblea Nacional no tiene en cuenta la crisis que existe en la Isla y no aborda leyes que contribuyan al desarrollo de los emprendedores cubanos para que crezcan la mediana y pequeña empresa. Faltan además leyes que beneficien al sector campesino y permitan la libre comercialización, y leyes para la protección de la mujer.
"También faltan leyes que hagan transparente la gestión pública. Los funcionarios públicos disponen de los recursos del Estado y no existen mecanismos para hacer pública esa gestión. Se habla de cifras, por ejemplo, en el turismo, pero ¿dónde está el dinero?", pregunta.
El Monitor Legislativo Cubano se propone ejercer presión para que la agenda legislativa incluya leyes dirigidas a resolver las dificultades que afectan a la sociedad, pero enfrenta el mismo reto de todas las organizaciones y proyectos de la sociedad civil cubana: lograr que el pueblo abandone la apatía y se involucre en la solución de sus problemas.
Aymara Peña atribuye esta falta de participación a que los activistas no inciden lo suficiente en los ciudadanos y al miedo de estos, ya que el Gobierno criminaliza el activismo.
No obstante, considera que el MLC cuenta con una circunstancia positiva: "Hablar de las nuevas legislaciones que nos incumben a todos los cubanos podría despertar el interés de toda la sociedad en el momento que estamos viviendo. Es un momento de desconcierto, la gente se siente insegura ante lo que está ocurriendo a nivel económico, social y político dentro de Cuba".
Para Hidelbrando Chaviano, la existencia de "una crisis que no se puede salvar con discursos amenazantes o esperanzadores" es también una circunstancia propicia para que el pueblo cubano se implique.
"El pueblo pide soluciones y estas no aparecen ni en las leyes ni en las medidas tomadas por el Gobierno, que consisten en improvisaciones y desafortunadas decisiones como esta de abrir tiendas en divisas, cuando la población que no tiene divisas está pasando realmente hambre".
Por ello Aymara Peña considera necesario trabajar fuerte para que MLC se convierta en el espacio en el cual la gente comience a hablar de los problemas que interesan a todos en el ámbito legislativo y hacer presión en los distintos espacios de decisión para que el Gobierno tome en cuenta las preocupaciones de la sociedad. "Monitor está en el proceso de investigación y búsqueda de soluciones para incorporarlas a la agenda legislativa del Gobierno o intentar hacer toda la presión posible, y un factor indispensable es la población, como principal afectada de todo lo que ocurre".
Roberto Díaz Vázquez, licenciado en Historia, manifiesta que Monitor Legislativo apuesta por hacer descender la academia a la calle e involucrar a cada persona en lo que la toma de decisiones significa.
Sin embargo, en 1994 existían también una crisis económica y una dolarización, que no condujeron al pueblo a abandonar el miedo y la apatía, excepto para enfrentarse al mar y los tiburones en aras de huir del país. ¿Por qué sería distinto ahora? Por otra parte, no basta que el MLC conozca la importancia de involucrar al pueblo, sino que sepa cómo hacerlo.
Díaz Vázquez considera que la única brecha dentro del esquema gubernamental, desde el punto de vista ideológico, que se ha conseguido en más de 60 años es el retorno de la propiedad privada en competencia con la estatal. "Pero la propiedad privada ha ido ganando espacio. Muchos de los que conforman este gremio de propietarios privados tienen una visión completamente diferente de lo que es y hacia dónde debe ir el Estado. Hay opciones que Monitor Legislativo está tocando, que tienen que ver con este sector de la población que no solo tiene definido un rol, sino un poder económico que puede llevarlo a otra dimensión como clase social. Es una apuesta válida y Monitor lo sabe", explica.
Estos cuatro miembros del MLC ven en las redes sociales una herramienta importante que marca la diferencia con momentos anteriores de crisis en Cuba. Díaz Vázquez considera que el nivel de penetración de internet es "impresionante, para un país que tiene un nivel de ostracismo político tan fuerte". Pese a lo caro de la conexión y los equipos, "la gente sigue opinando en redes sociales, eslabonando grupos de Facebook y WhatsApp”.
No obstante, los integrantes de MLC son conscientes de que muchos en Cuba no tienen internet, por lo que también se proponen conversar cara a cara con las personas y distribuir volantes con temas específicos de interés para la población.
Otra forma de involucrar a la ciudadanía en el proceso es la recogida de firmas. Aimara Peña ha tenido experiencias en ese sentido. "Hay muchas personas que, cuando conversas con ellas, logras que entiendan el propósito y firmen un documento".
Algo que el MLC deberá tener en cuenta a la hora de recoger firmas en Cuba es que la Ley 131 de 2019, publicada en la Gaceta Oficial el 16 de enero de 2020, establece que cada rúbrica debe ir acompañada de la certificación de la condición de elector de quien firma, validada por el Consejo Electoral Nacional.
En definitiva , es perder el tiempo en la misma bobería mientras exista el régimen mafioso y criminal.
Otro intento para reformar el Totalitarismo Cubano. Ahora toda lo que pasa por aquí son reformas del sistema. Ya no se habla de la Democracia pluralista, de una sociedad libre con partidos políticos, prensa privada libre ni de nada de eso. Modificar esto y cambiar lo otro.
Algo esta pasando.
// Bueno, otros más intentando lo mismo //
¡Siguen intentando que el castrismo se vuelva bueno o menos malo!
Pero de ser efectivos y desarrollar la alternativa para ese castrismo (que lo desplazaría), ¡nada!