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Prisiones

'Siete días en el suelo y hacinado': la cárcel para un 'cuentapropista' que padece cáncer y diabetes

De la prisión en la que se encuentra 'han sacado dos casos de zika', advierte su esposa.

Matanzas
Mario Gómez y su esposa, Lidelysa Suárez.
Mario Gómez y su esposa, Lidelysa Suárez. DDC

La esposa del 'cuentapropista' matancero Mario Gómez denuncia el hacinamiento, la falta de condiciones mínimas y la pésima alimentación en el penal donde cumple condena por "actividad económica ilícita" tras un juicio ejemplarizante.

"A mi esposo lo tuvieron durmiendo siete días en el suelo, sobre un colchón, expuesto a contraer enfermedades junto a 50 presos", denunció a DIARIO DE CUBA Lidelysa Suárez.

Del establecimiento penitenciario conocido como Canaleta, en la provincia de Matanzas, "han sacado dos casos de zika", denunció Suárez y recordó que recientemente el Gobierno liberó a cientos de presos por el avance del Covid-19.

En Canaleta, su esposo ha bajado "por lo menos diez libras porque la alimentación es pésima. Está comiendo lo necesario para sobrevivir", señaló.

Mario Gómez, musulmán y residente en el municipio Jagüey Grande, padece un linfoma no Hodgkin. Su esposa considera que en la cárcel "no tienen condiciones para atenderlo".

"Mi esposo, como es lógico, después de un tratamiento para este tipo de enfermedad no tiene defensas suficientes en su cuerpo, y las autoridades penales están exponiéndolo a contagiarse con otras enfermedades", sostuvo Suárez.

El encarcelamiento de Gómez ha ocurrido en medio de la campaña de juicios ejemplarizantes televisados del régimen.

El hombre cumple un año de privación de libertad por el delito de actividad económica ilícita, cargo que la familia rechaza. Según su esposa, en el proceso judicial hubo falta de garantías y violaciones al debido proceso.

Estás son las violaciones a las que estuvo sujeto: "revisar dos viviendas con una sola orden de registro; los testigos para dicho acto fueron trabajadores de la Policía, no civiles; no le permitieron defensa, pues la jueza actuante no le dio la palabra en el juicio; solo hubo un testigo y era falso", enumeró su esposa.

La mujer asegura que cuentan con los recibos de compra de cada uno de los artículos decomisadas durante los registros, en su mayoría adquiridos "en tiendas estatales, como productos de lento movimiento".

Suárez cuenta con licencia de productora-vendedora de artículos del hogar y lleva su negocio desde hace más de cinco años.
"Mi esposo ejercía de plomero con otra licencia. Es una persona que tiene mucho conocimiento, y de materias primas como tubos u otros pedazos de metal saca provecho para hacer piezas", dijo.

El Tribunal provincial de Matanzas no consideró necesario un juicio oral para reparar las violaciones expuestas por la familia de Gómez, quien tiene más de 60 años y también es diabético.

 

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1 comentario

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Para todos estos males de a poquito hay una solución que popr supuesto los cubanos en la isla no quieren ni hablar ''de eso''...