Compuesto por más de 20 kilómetros cuadrados que incluyen tres campos de golf diseñados por el legendario Pete Dye, el complejo turístico Casa de Campo, en República Dominicana, fue seleccionado el resort número uno del mundo, según la IAGTO (International Association of Golf Tour Operators) en el año 2014.
Propiedad de la familia de empresarios cubanos de apellido Fanjul, quienes lo adquirieron en 1984 junto a la principal empresa productora de azúcar de Republica Dominicana, se ha convertido en uno de los diez complejos turísticos residenciales más importantes del mundo.
Ubicado en la región de La Romana, el resort cuenta con alrededor de 2.000 villas de lujo que pueden costar hasta 30 millones de dólares, playa privada, canchas de tenis y futbol, restaurantes, boutiques, galerías de arte, marina internacional, puerto para cruceros, aeropuerto, un club privado para socios, un centro de spa, un campo de tiros, un club ecuestre y un área para jugar polo.
Algunas de las villas de este complejo han sido adquiridas por los hombres más ricos del mundo, como el mexicano Carlos Slim o el venezolano Gustavo Cisneros Clinton, incluso el cantante Julio Iglesias. También familias de políticos norteamericanos han sido huéspedes del sitio, como los Bush o Clinton. Actualmente se rumorea que el rey emérito Juan Carlos I podría fijar su residencia allí.
Los hermanos Alfonso, José, Alexander y Andrés Fanjul, conocidos como "los barones del azúcar", son los hijos de Alfonso Fanjul, quien poseía el mayor consorcio azucarero de Cuba en el momento de la llegada de Fidel Castro al poder.
Tras abandonar la Isla debido a la confiscación de sus propiedades por el Gobierno de Fidel Castro, el patriarca familiar encomendó a sus hijos "reconstruir el imperio azucarero", por lo que invirtieron en este rubro principalmente en La Florida y República Dominicana.
En EEUU son reconocidos por su poder e influencias políticas tanto en el Partido Demócrata como en el Republicano, por lo que de sus vínculos con el Gobierno depende una buena parte de las subvenciones azucareras y la protección que recibe dicha industria en el país.
"El poder que tienen en ambos partidos es inmenso. Han hecho donaciones millonarias, por lo que nunca se ven afectados por los cambios de Gobierno. En Washington hacen lobby para proteger sus negocios", afirmó un antiguo político estadounidense al diario El País.
Su éxito en la industria turística se ha basado principalmente en sus actividades relacionadas con Casa de Campo.
José Fanjul es popular en Miami, donde ejerce influencias sobre el llamado "exilio histórico" cubano y mantiene una postura contraria a cualquier acercamiento al régimen castrista.
Mientras, su hermano Alfredo, partidario de reanudar las relaciones diplomáticas con la Isla, en diversas ocasiones ha viajado a Cuba donde ha mostrado disposición a invertir.