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Sociedad

Legalizar el sacrificio y venta de ganado vacuno, la única salida ante el robo de reses en Cuba

La estrategia oficial contra el hurto y sacrificio ilegal no ha dado resultado, dice el agroecólogo Fernando Funes Monzote.

La Habana
Un campesino en Cuba con sus reses.
Un campesino en Cuba con sus reses. AFP

"Es necesario acabar de considerar la carne de res como un producto del agro al cual deberíamos tener acceso directo a través de las redes de producción y comercialización regulares. O sea, legalizar el sacrificio y comercialización de ganado vacuno" en Cuba, propuso el agroecólogo Fernando Funes Monzote.

En un extenso texto publicado en su muro de Facebook, el ingeniero agrónomo que tiene una finca donde cría reses, aseguró que "el ganadero debe tener el derecho de consumir y comercializar la carne de res que produce (...) Puede ser incluso después de cumplir los compromisos de entrega para propósitos sociales subsidiados u otras condiciones, pero la carne de res debe tener precios de mercado y formas de comercialización descentralizada", señaló, en referencia a las estrictas prohibiciones que en torno al sacrificio y consumo de carne de ganado mayor imperan en Cuba desde hace décadas.

El texto de Funes Monzote admite que con ello "no se eliminará completamente el robo y la matanza ilegal, porque también existe robo de ganado menor, como cerdos, carneros, chivos", pero se garantizaría el acceso del ganadero al "producto de su trabajo de manera legal", así como el de "los consumidores a un alimento de gran demanda y valioso en las dietas altas en proteína animal", entre otros.

La reflexión del ingeniero, que trabajó como investigador en la estatal Estación Experimental Indio Hatuey de Matanzas, parte de haber sufrido a mediados de mayo el robo de dos vacas de su finca.

"Ya es la tercera vez que nos roban ganado. Así hemos perdido cuatro vacas, una novilla y una ternerita de apenas un mes de nacida. El robo de ganado es como una plaga, como un cáncer que desgasta al campo cubano. Crea desaliento, desidia y malestar en el campesinado, que se siente desmoralizado y desprotegido", reconoció, para luego detallar los intríngulis del problema.  

"En nuestros alrededores el panorama es aterrador. Tal vez esta palabra suene exagerada, pero me asiste la razón si se considera, por ejemplo, que a Tato, un vecino de la comunidad, le han robado en los últimos años 62 vacunos y 2 equinos, y que a Machadito lo han despojado poco a poco de absolutamente todos sus animales. Le han robado toros, vacas, bueyes…", contó.

"Los bandidos campean por su respeto y se dice que la Policía les teme. Lo peor es que algunos especulan que hasta se han confabulado con los ladrones. En mis conversaciones con autoridades del municipio, me han comentado que cuando capturan a los delincuentes y los entregan a la Fiscalía, en ocasiones salen absueltos por falta de pruebas, aparte de que las penas son insuficientes", precisó.

En su caso, indicó, siempre ha hecho las denuncias de los hurtos a la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), pero esta nunca ha resuelto ningún caso. "Una gran cantidad de los robos quedan en el anonimato, muchas personas han dejado de hacer la denuncia porque 'es un proceso tedioso, hay que dedicarle el día y al final no se resuelve nada'", confesó.

"Los mataderos son lugares estratégicos, bien escondidos, donde sacrifican a los animales y preparan la carne para los compradores. También es posible encontrar restos de animales en otros sitios como un refugio o incluso en áreas cercanas a la finca, pero el procedimiento más usual es que los ladrones trasladen los animales a donde tienen la seguridad de no ser descubiertos. Aunque la gente de la zona conoce el emplazamiento de los mataderos ilegales, los usurpadores continúan delinquiendo pues la mayoría de las veces no se puede probar el robo o se las agencian para escabullirse".

"Por otra parte, existe demanda de carne de res y gran cantidad de personas están dispuestas a receptarla con el objetivo de alimentar a su familia. Incluso los habitantes de pueblos y ciudades apañan a quienes se encargan de la distribución y venta de la carne, sin preocuparse por la procedencia", lamentó.

"El animal que debe ser encerrado por la noche para cuidarlo de los bandoleros, no pasta la mitad del día. (...) Podría estimarse que solo por este motivo se esté perdiendo al menos un 30% de la producción total de leche a nivel nacional que no tiene que ver ni con el potencial genético del ganado, lo cual totalizaría unos 100 millones de litros de leche".

"Por otra parte, la imposibilidad de realizar pastoreos adecuados y un manejo racional de los pastos, y a causa del abandono de potreros con aroma y marabú (no solamente por la infestación sino por la inseguridad de tener los animales en tales áreas), tal vez se esté perdiendo ente el 20 y el 40% de las áreas de pastoreo disponibles".

"Evidentemente la estrategia seguida en el sentido de controlar el hurto y sacrificio ilegal de ganado mayor no ha dado resultado por la gravedad del asunto que enfrentamos y el efecto multiplicador negativo que provoca", concluyó.

En el propio post de Funes Monzote, el periodista cubano José Raúl Gallego apuntó: "Esto es lo que sucede cuando una necesidad se trata de resolver prohibiendo: se crean más problemas en vez de soluciones. Esto es válido para la carne de res, la reventa de productos, el ejercicio del periodismo, etc..."

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4 comentarios

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Profile picture for user Peña Tico

Así que "comercialización descentralizada", este se volvió loco por comer tanto pollo americano

coño que flacas están esas vacas

Hace mas de 50 anos que el robo al estado es quien mantiene al pueblo,con esta agresividad en contra del mercado negro el gobierno se esta apretando la soga al cuello y si Trump sale reelecto que se preparen,,,,,,,para lo peor.Lo bueno que tiene Cuba es lo malo que se esta poniendo aquello.