El pasado martes 21 de enero, tres estudiantes universitarios que esperaban por la salida de un bus en la Terminal Nacional de Ómnibus de La Habana fueron multados por el valor de 100 pesos cubanos (CUP) cada una, de acuerdo con una denuncia publicada en las redes sociales y confirmada por el diario independiente 14ymedio.
De acuerdo con Diraine Aguiar, una usuaria de Facebook que fue testigo de los hechos, las estudiantes "fueron multadas por inspectoras (…) por estar sentadas en un murito" o saliente de la pared en el interior de la estación de ómnibus.
Según 14ymedio, la inspectora sancionó a los jóvenes porque, presuntamente, habían violado el Decreto Ley 272, especialmente su artículo 17.
Esa norma legal considera infracción cualquier acto que afecte "pared, muros, fachadas, aceras, puertas, ventanas o cualquier parte exterior de las edificaciones, cines, teatros, hoteles, elevadores u otros locales abiertos al público".
Aunque la disposición se suele aplicar en mayor medida a quienes provoquen daños en el ornato, la higiene comunal y los monumentos, también puede ser aplicada a otros espacios públicos como terminales de ómnibus y oficinas de trámites.
"¿A quién le va a gustar estar sentado en un muro cuando puede estar en un asiento con mejores condiciones?", se quejó ante 14ymedio Dayana Peña, otra de las jóvenes que fue testigo del incidente. "Este lugar no tiene condiciones para la cantidad de gente que pasa horas de espera", denunció.
Además, la estudiante universitaria mencionó otros casos en los que la "gente ha terminado en una estación de policía por discutirle la multa al inspector".
"En lugar de mejorar la situación para que los pasajeros que pagan por el servicio no pasen por todas estas incomodidades, quieren arreglar el asunto poniendo multas", dijo.
Tras la denuncia de los hechos en Facebook, el usuario Alberto Abreu dijo que la inspectora debería conocer la ley. "Para aplicar una multa, primero se deben garantizar las condiciones que serán violadas. Si no hay asientos para sentarse, no puede aplicar una multa, como un policía no puede poner una multa por llevarse una roja con un semáforo apagado", explicó.
De acuerdo con 14ymedio, la inspectora que impuso la multa se nombra Teresa Fernández, una funcionaria que ya fue blanco de críticas en diciembre de 2019 por haber multado a un "cuentapropista" que vendía sus productos fuera del municipio donde estaba radicada su licencia como trabajador privado.
Sin embargo, la multa de este martes "no tenía fundamento legal, por varias razones, pero especialmente porque no había ningún cartel que prohibiera sentarse en ese lugar, además de que la gente estaba obligada a sentarse en el suelo incluyendo ancianos y personas con discapacidad porque en la sala de lista de espera había cerca de 200 personas y solo unos 25 asientos", explicó a 14ymedio uno de los multados bajo condiciones de anonimato.
"Las inspectoras llegaron y fueron directamente hacia donde estábamos sentados, nadie de la administración de la terminal intervino para explicar la situación ni tampoco ningún empleado había venido previamente para llamarnos la atención, el primer reclamo fue ponernos la multa de 100 CUP, que es muchísimo dinero para un estudiante que no tiene ingresos propios", lamentó.