Economía
Tatuadores en la clandestinidad
Tatuar no es una de las actividades privadas admitidas por el Gobierno.
Muchos jóvenes tatuadores temen que su negocio ilegal pueda ser intervenido en cualquier momento.
Muchos jóvenes tatuadores temen que su negocio ilegal pueda ser intervenido en cualquier momento.
El tatuaje nunca entró en los esquemas morales de Fidel. El Che le tenía jiña a los fisiculturistas y los gimnasios, la Celia Sanchez y la Vilma no podían con las revistas del corazón y la crónica rosa.
Y con aquellos criterios de la realeza, fue encadenada y moldeada la sociedad cubana.