Poco a poco algunos de los emigrantes cubanos varados en Ciudad Juárez, ciudad fronteriza de México con El Paso (EEUU), se integran a la vida social y económica del país.
Ante el estancamiento en los procesos de asilo político que tramita la oficina de migración en los EEUU, estas personas de la Isla han decidido comenzar una nueva vida en la frontera norte de México.
"Cruzamos por Reynosa (Tamaulipas) y nos sacaron por acá, por El Paso (Texas). Y ya estamos aquí en Juárez, nunca habíamos conocido Juárez y ya estamos aquí y nos han atendido como si fuéramos de México", dijo este miércoles a EFE el cubano Agustín Duvergel.
Su paisano José Luis Cruzalta contó que su objetivo era cruzar a EEUU. "Pero bueno, no se pudo y no se puede. Tengo corte ahora, pero yo hoy decidí quedarme aquí, yo me quedo aquí en Juárez".
"No hay que ir para allá (EEUU), aquí se vive igual o mejor que de aquel lado, menos sacrificio, sin meterte en problemas, aquí no hay problemas de ningún tipo (…) hay trabajo suficiente para todo el mundo, nada más es disposición y ganas de trabajar", contó.
Los cubanos se han instalado en esta ciudad luego de que el Gobierno mexicano haya dado facilidades para residir y laborar en la frontera a visitantes o refugiados que por razones humanitarias estén aguardando en el territorio nacional mientras se resuelve su situación legal.
"A todos los cubanos nos han dado trabajo y todos estamos trabajando. El que no trabaja en una maquila trabaja en una zapatería, en cualquier parte, pero nos sentimos bien acá", dijo Duvergel.
Lejos de buscar un puesto de trabajo en una empresa como otros de sus compatriotas, José Luis y Agustín, quienes se conocieron en su travesía hacia EEUU, decidieron montar un pequeño negocio de comida cubana.
Bautizado como "El Escándalo" por su peculiar manera de atender y atraer a la gente, ofrece frituras de maíz y tamales estilo cubano.
Para hacerse de clientes, los cubanos ofrecen gratis la primera prueba, lo que les ha generado una buena cantidad de ventas.
"Nunca había probado la fritura de maíz, de hecho, traía la tentación porque publicaron en Facebook y con lo que me encantan a mí los tamales y me llamó mucho la atención la fritura, aquí estoy", contó a EFE Graciela Meza, una clienta.
Tanto las frituras de maíz como los tamales cubanos son comidas que no se habían visto en Ciudad Juárez y que gracias a las redes sociales les han creado una gran fama para poder solventar sus gastos diarios, alquilar un lugar donde vivir y los ha motivado a seguir adelante.
Cruzalta contó que sus clientes y otras personas les han sugerido que monten un restaurante con comida cubana. "Eso queremos, ya tenemos un local medio visto por ahí, pero vamos a ver si un poco más adelante lo ponemos", indicó.
La adaptación de los cubanos a esta zona del estado de Chihuahua, noreste de México, llegó de la mano del éxito de su negocio al que no solo acuden comensales de Juárez, sino también de países centroamericanos que están esperando una respuesta para sus solicitudes de ingreso a EEUU.
Por el momento para este grupo de cubanos permanecer en México es su prioridad ya que han decidido que es el tiempo ideal para comenzar una nueva vida formalizando relaciones y creando una familia.
"Me quiero casar aquí, arreglar mis papeles y con mi pareja ir a Cuba, ir y venir. Pero vivir aquí, yo ya soy de Juárez", dijo Cruzalta.
De hecho, diariamente el Registro Civil de Ciudad Juárez recibe a cubanos interesados en conocer los requisitos para contraer matrimonio. Muchos han concretado las uniones, aunque Raúl Palos Pacheco, funcionario de estas oficinas, no pudo informar al periódico El Mexicano una cifra precisa.
Se puede decir que sí hay un incremento, pero no contamos con el dato exacto, porque en esta oficialía y en Juárez no se manejan los datos, pero sí ha habido un incremento por la cuestión de los emigrantes, dijo.
Aunque algunas uniones son reales, el medio reveló que mujeres mexicanas han comenzado a hacer negocio del matrimonio con cubanos, a quienes cobran hasta 40.000 pesos mexicanos e incluso llegan a pactar una fecha posterior de divorcio.
