La "calma sísmica" de los últimos tres años en Cuba preocupa a los sismólogos locales, quienes consideran que en la Isla podría producirse en cualquier momento un terremoto.
Expertos del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CNAIS) considera que la detección de pocos sismos perceptibles desde 2016 hasta la fecha podría ser interpretado como una "acumulación silenciosa" de energía sísmica, que podría resultar en la ocurrencia de un severo terremoto.
Los sismólogos han decidido por ello redoblar el monitoreo en espera de un posible sismo de gran magnitud, indicó el reporte de la agencia ANSA.
La advertencia fue lanzada durante un taller para el fortalecimiento de las capacidades de preparativos y respuesta ante un terremoto de gran magnitud, celebrado en Santiago de Cuba, y que fuera convocado por el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil y Naciones Unidas.
Esa región es considerada como la más sísmicamente activa en la Isla, aunque algunos movimientos de baja intensidad se producen también en el centro y el occidente del país.
Los expertos analizaron durante el taller los lugares más sensibles, donde podrían producirse mayores afectaciones en caso de terremoto, como son el puerto de Santiago de Cuba y el Aeropuerto Internacional de la ciudad.
Aunque la gran mayoría de los cubanos no parece preocupada por los sismos, los habitantes del sur oriental tienen otra percepción de riesgo sobre el problema, debido a que es allí donde se producen la mayoría de los "temblores de tierra", como suelen denominar a estos fenómenos los cubanos comunes.
El CNAIS precisó en un estudio que Santiago está ubicada muy cerca a la falla de Oriente, que limita las fronteras de las placas tectónicas de Norteamérica y el Caribe. "Los terremotos fuertes que se han registrado en Cuba han ocurrido a lo largo de esta frontera de placa tectónica", explicaron.
El pasado agosto, un sismo de magnitud 4,4 grados en la escala de Richter se sintió en varias zonas de Santiago de Cuba.
Se trató del tercer sismo perceptible en lo que va de 2019, tras uno registrado en mayo pasado también en Santiago de Cuba (que tuvo una magnitud de 3 grados) y otro que sacudió el 1 de agosto el extremo noroeste de la playa de Varadero, con magnitud de 2,9 grados.
Especialmente en Santiago de Cuba, en 2018 se reportaron 15 movimientos de tierra que fueron perceptibles para los habitantes de ese territorio.
Desde el siglo XVI hasta el XX se reportaron en territorio cubano alrededor de 300 sismos, 20 de ellos en Santiago, donde los movimientos causaron daños calificados como graves.
El terremoto más fuerte en la Isla ocurrió el 25 de mayo de 1992 en el suroeste de Cabo Cruz, en Granma. Tuvo una magnitud de 6,9 grados en la escala de Richter.